Saltar al contenido
Dark

FS-80*

16/10/2021

☆.。.†:*・゜☆.。†.:*・゜☆.

Perspectiva de León

Esta es una oportunidad. Si le susurro lo que necesito y le doy lo quiere a una persona cuya razón está borrosa, podré conseguir que ella acceda en el futuro más fácilmente. ¿Y qué lograría con todo eso? También podría vencer a Latban completamente, y que ese hombre que no puede ni tocar a la Santa esté con la cara devastada allí. Con esto puedo afectar el corazón de la Santa y de Latban al mismo tiempo, cosa que no demasiado difícil para mí.

Antes habría elegido ese método sin tener que pensarlo porque hay que tener lo que se quiere a la mano. Pero…

«Lina».

La llamé deliberadamente con voz claro.

«Sé que no es lo que querías. Pero no pude evitarlo».

Pude ver nuevamente lágrimas en los ojos de la Santa al escuchar mis palabras. Pude ver el arrepentimiento en su rostro, entonces incliné la cabeza y besé a la Santa en la frente.

«Lo único que puedo hacer es que esta experiencia no se convierta en un recuerdo terrible para ti».

Abracé a la Santa y miré alrededor de la sala de juntas. Afortunadamente, la Sala del Gran Templo era un excelente lugar para recibir invitados, por lo que pude ver una silla larga y mullida debajo de una ventana. Después de colocar a la Santa allí, giré la cabeza y le dije a Latban:

«No creo que la Santa quiera que veas esto».

Pensé en burlarme un poco más de él, pero decidí detenerme en este punto. Solamente le dije esto, porque sabía que al final, la Santa saldría lastimada si seguía.

Como estábamos en una habitación sin divisiones. Latban tendría que quedarse ahí y observar lo que sucede.

Podría girar la cabeza y taparse los oídos. Pero sabía que Latban no haría eso.

Agarré la silla larga con tanta fuerza como pude y la giré. Al menos el respaldo cubriría a la Santa. Tal vez el sonido al mover la silla se escuchó afuera de la puerta, porque las voces de los sacerdotes se detuvieron por un momento.

Al escuchar nuevamente las voces de los sacerdotes, comencé a quitarme la camisa. Poco después de quitarme la camisa, me senté en la silla y abracé a la Santa que estaba recostada.

«Uh… Uh…»

Desde el momento en que la Santa se encontraba forcejeando su ropa se encontraba desorganizada como si fuera a caerse en cualquier momento. Aflojé con cuidado mi ropa restante y la de ella, entonces la Santa puso su cuerpo sobre mi cuerpo desnudo. Su pecho suave entró en contacto con mi piel desnuda y cambió su forma. Presioné desesperadamente mi deseo de sujetar su pecho con brusquedad y moví lentamente mi cuerpo. Fue como si acariciara su cuerpo con todo mi cuerpo.

El sudor surgió de su piel cálida que estaba en contacto con mi cuerpo y la piel húmeda se pegó.

«¡Sí!»

La santa pareció sorprendida por el gemido que brotó de su boca, y comenzó a morderse los labios de nuevo. A pesar de que sus labios rojos comenzaron a sangrar. Suspiré al verla así y apoyé la nuca de la Santa en la palma de mi mano. Luego la anime para que siguiera mi movimiento y la guie suavemente para que enterrara su rostro en mi hombro.

Pude sentir sus labios tocando mi hombro, entonces le dije con un tono afectuoso:

«Si crees que no puedes evitar hacer ruido, solo muérdeme».

Bajé lentamente mi mano después de indicarle que podía morderme. Su piel suave, y caliente por la excitación, se adhirió a mi piel. ¿Alguna vez había experimentado algo más ardiente que esto en mi vida? Parece que todos los lugares que toco se fueran a derretir.

La mano que bajé tocó el trasero de la Santa. El fluido entre sus piernas ya había empapado el fino trozo de tela restante que cubría su cuerpo. Apreté mis dientes y desaté la cuerda que sostenía un lado de la tela, y esta cayó al suelo sin poder hacer nada.

Mi mano volvió a palpar el interior de los muslos de la Santa. Y en ese momento, sentí un dolor punzante en mi hombro.

“¡……!”

El cabello de la Santa, mientras me mordía el hombro, se agitó. ¿Qué tan sensible estaba en este momento? Aunque solo fue un roce, la Santa mostró un gran deseo.

Vacilé por un momento.

Pensé que esta era la única respuesta. ¿Acaso la Santa no admitió que la única forma de deshacerse de la lujuria causada por la marca era tener una relación con un hombre? Así que no dudé en elegir. Pero yo mismo sabía que esto no lo hacía solamente por la Santa.

Giré la cabeza y miré a Latban. Pensé que él estaría mirando para otro lado, ya que la mujer que le gustaba estaba siendo abrazado por otro hombre frente a él. Pero eso es inevitable.

No hace falta que él experimente esta absurda situación. En este momento debe sentir como si sus ojos estuvieran ardiendo, sus miembros estuvieran siendo cortados y una bola de fuego en su interior que no podía detener.

«Esa fue tu elección».

Pensé que la crisis de la Santa era mi oportunidad. Y lo más conveniente era aprovechar esta oportunidad. Y tal como me lo imaginaba, la oportunidad la aproveché yo mismo, y no Latban. Miré hacia donde se encontraba Latban quieto.

Es un tonto. Perdió la oportunidad de tener a la Santa. ¿Qué expresión tendría el humilde Caballero del Templo parado allí tontamente sin siquiera acercarse a mí? Cuando mi mirada se encontró con la de Latban pude ver una miseria indescriptible en su rostro.

Giré la cabeza. Antes de que me diera cuenta, mi miembro estaba posicionado en su trasero, abultado y goteando durante mucho tiempo. Tal vez me encontraba así porque recordé la sensación que pronto iba a experimentar. Levanté su trasero y puse mi glande en la abertura de la Santa como si estuviera esperando para entrar.

Froté mi miembro duro y caliente entre su abertura.

«Oh…»

La Santa emitió un sonido pesado en mis hombros. El cuerpo de la Santa estaba temblando. Claramente, en este momento parece que Latban es el único que se siente miserable, pero yo también me sentía igual que él. También tenía una sensación de nauseas por la situación.

Como desearía que Yvelina realmente me quisiera en este momento.

Pensé que yo había aprovechado la oportunidad, pero en realidad no lo hice. Ella simplemente me eligió como una herramienta para superar esta situación. No fue mi elección, sino la elección de la Santa.

‘¿Debería terminar con esto?’

Sin embargo, yo sabía que esta no era una opción que pudiera elegir. En cualquier caso, tenía que hacer que la Santa recuperara la razón. Entonces, solo podía hacer una cosa en esta situación. Pero al menos quería evitar que la Santa recordara este momento como algo doloroso y vergonzoso.

También era lo único que podía hacer, optar por estar con ella.

Respiré hondo y me empecé a mover debajo de ella. Luego, lentamente, lo hice con más fuerza. La punta de mi pene se ocultó lentamente entre su carne suave y delicada.

«¡……!»

La santa, y no yo, tuvo que contener sus gemidos. El cuerpo excitado de la santa acogió apresuradamente mi intrusión. En el pasado, lo habría disfrutado y habría entrado sin dudarlo. Pero hoy no fue así. En este momento, pensé que no debería sentir ningún placer.

Entré lentamente en su cuerpo y pude sentir como la Santa mordía mi hombro con más fuerza. También sentí cómo cálidas gotas de agua caían sobre mis hombros. Ella estaba llorando. Volví a sostener la cabeza de la santa. Y después de acomodar su rostro otra vez en mi hombro, moví mi cuerpo hacia atrás.

La parte más gruesa de mi pene quedó atrapada en su entrada. Cuando ella notó mi retirada, su cuerpo se estremeció y se tensó por dentro. Apreté los dientes al sentir cómo su cuerpo se aferraba al mío. Una vez más, me moví.

No sabía que sería tan difícil rechazar el deseo de moverme más rápido y con más rudeza. A pesar de que la santa me rogaba por más, no aceleré, sino que entré y salí lentamente varias veces. Continuó presionando mi deseo y continúe moviéndome a un ritmo que consideré adecuado para ella.

‘¡Voy a matarte!’.

Recordé las marcas al interior de los muslos de la Santa. Y el rostro de Carl, cuando me dijo que nos encontráramos aquí.

¿Cuántas veces repetí el mismo movimiento?

«Sí…»

La voz de la Santa cambió un poco. Su acción de frotar su cuerpo como loca también se detuvo. Yo sabía que había recobrado el sentido. Cuando quité la mano con que la abrazaba, la Santa miró lentamente hacia arriba. Pude ver que sus ojos brumosos volvían a estar enfocados. Ella se giró por un momento y miró hacia abajo, hacia el lugar donde todavía estábamos profundamente conectados. No se me escapó que su rostro se volvió borroso en ese momento.

Ahora bien, ¿cómo me vería la santa? Tenía miedo de su reacción. También sabía lo ridícula que era la idea de decirle que lo hice por ella.

Además, ¿no se encontraba Latban, que finalmente se reprimió hasta el final, presente? Escuché una voz tenue en mi oído, cuando ya estaba decidido a escuchar el resentimiento de la Santa.

«Lo siento».

Me mordí los labios cuando escuché su voz. Incluso en nuestra primera noche, ella me había pedido perdón. No pude preguntar por qué me dijo lo siento. Entonces supongo que tengo que aceptar el hecho que no quería aceptar.

Abracé a la Santa en silencio. El cuerpo de la Santa, que iba a decir algo más, se derrumbó en mis brazos. Perdí la cabeza antes de darme cuenta. Lentamente saqué mi miembro de su cuerpo que había perdido fuerza. Los rastros de asuntos borrosos se encontraban en el lugar donde estábamos unidos. Esta fue la primera vez que tuve una aventura tan miserable y en vana. Definitivamente me sentí vacío a pesar de que abracé a la persona que quería.

Latban se me acercó mientras levantaba el cuerpo de la Santa para levantarme.

“…….”

“…….”

Por un momento, nuestras miradas se encontraron. Ambos estábamos tan abrumados por la vergüenza que ni siquiera podíamos hablar. No hubo ganador en este asunto. Ambos tuvimos que enfrentar la sensación de derrota al ver que no pudimos protegerla.

Toc, Toc.

Ambos volteamos la cabeza al escuchar el llamado en la puerta.

«¿Estás adentro, Santa?»

La voz de Carl se escuchó fuera de la puerta. Y una chispa se encendió en nuestros ojos.

 

AtrásNovelasMenúSiguiente

Entradas relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Comentarios (4)

Ese.. ese… Hombre tan asqueroso lo odiooo, creo que nunca había odiado tanto a un villano en una novela dioooos que rabia siento y no tengo a quién contarle así que me desahogo aquí. Es que dios me pongo en los zapatos de Ibelina y yo me muero osea que me pase eso frente a la persona que me gusta

Responder

Necesitamos antorchas, leña y Carl en en medio de esa bonita hoguera que estamos planeando… Ese hijo de su fruta madre (????) Que venga Aslan y lo eliminé plz.

Responder

Malditoooo!! Hasta calculó el tiempo, lo odiooo.
Muchas Gracias por el capítulo.

Responder

Porque simplemente no la noquearon o desmayaron. En vez de comérsela. Pero bueno es novela 😁

Responder
error: Content is protected !!