Episodio 8.2
Muon miró de cerca a Seolha y agarró su trasero que se había caído hacia atrás. Tanteo el interior de su centro por encima de su ropa interior. Estaba tan distraída por eso que no se dio cuenta que su mirada había cambiado y parecía tragarla entera.
“Bien.” (Muon)
Era una historia trivial. Y ni siquiera quería saber cómo o quién era el Emperador del imperio. Por un momento, se preguntó si el actual Emperador también tenía esa cicatriz, pero Seolha nunca había mirado de cerca sus manos, por lo que restó importancia a su curiosidad.
En lugar de sentir curiosidad, estaba más preocupada por deshacerse del hombre que de alguna la había sentado en el suelo.
“Oh.”
Tan pronto como se sentó, la punta sobresalió un poco, Seolha se tragó un gemido tan pronto como entró y se retorció.
“¿Entró profundamente?” (Muon) – Él preguntó sobre la cosa lasciva entre sus piernas con una mirada de complicidad.
“Ahora que lo pienso, me siento mal. Fui yo el que puso el pene entre tus piernas y te lleno, pero lo que está atascado ahora es una copia del Emperador.” (Muon)
La mano se hundió en el interior de sus vagina.
“Príncipe, nosotros…”
“Definitivamente a ti también te gustó. Mirando la cara del Emperador, mi pene se apretó y llegamos al clímax. Con mi polla hasta la raíz dentro de este agujero.” (Muon)
Ella tragó saliva con dificultad. Sosteniéndola por detrás sin verle la cara, lo sabía claramente. Él reveló abiertamente todos y cada uno de los detalles que había insistido profundamente en olvidar, sacudiendo los restos de su vergüenza.
“Príncipe, por favor.”
“¿Me pregunto si se sintió como una venganza?” (Muon)
No pude sacudir la cabeza ante su ternura preguntando si algo como la tristeza que había sufrido hasta ahora se resolvió en el momento en que las semillas del Emperador salpicaron. Como era de esperar, este tipo es un poco más peligroso. La idea de tomar la mano equivocada me golpeó en la cabeza. Es más fácil entender si la desprecian directamente como lo hace el Emperador.
‘Tal vez, solo tal vez, entró en el dormitorio del Emperador sin ningún tipo de intimidación.’
Ella tomó aliento y exhaló, queriendo negar el pensamiento repentino. Sus dedos todavía se movían mientras ella pensaba esto. Muon le sonrió porque sus dedos están empapados en su interior que está inclinado hacia un lado.
“Esto, Jaja… Si la dama de la corte lo supiera, le daría un colapso. Escuché que hasta el momento en que vayas a dormir, tienes que apretar el coño con fuerza y tragar todas las semillas.” (Muon)
“Príncipe… Uf… No lo toque.”
“El miembro de mi hermano menor es tan pequeño que todas las semillas fluyen a través del agujero de la Jaein.” (Muon)
‘El pene del Emperador es de gran tamaño.’ – Seolha no pudo pronunciar las palabras que quedaron en su boca. Eso es lo que todas las mujeres decían. Y Seolha también lo sabía, pero este tipo dice que es pequeño. Astutamente la indujo a recordar el tamaño del miembro que había penetrado en sus entrañas sin siquiera darse cuenta.
<“Tsk, tsk”!> – Ya sabía cuán grande era la punta del glande, que había clavado y frotado en la parte más profunda de su cuerpo, cuando lo tomó con la boca. La saliva goteando por la barbilla y el olor a pescado de un animal asomando a su nariz cuando el macho la apuñaló.
El olor que dijo que venía de ella parecía provenir de su parte inferior. El aroma del placer que comenzó con los dedos del hombre floreció en una noche obscena e inmoral.
“Estas tan emocionada que te restriegas la zona que te pica contra mi polla.” (Muon)
El hombre, sonriendo con los ojos brillantes, dijo que hay un lugar más profundo en su cuerpo que lo disfruta más, Antes de que el rostro de Seolha pudiera ponerse rojo, él inclinó su ropa interior mojada hacia un lado. Seolha dejó escapar un breve grito cuando sintió que su carne sensible era dilatada con brusquedad. Después de agarrar la muñeca de Muon, rápidamente retiró la mano porque la herida roja estaba tan caliente como para lastimarla.
“¡Puaj!”
“Shh. ¿Si jadeas vas a llamar a la niñera que está comiendo en este momento?” (Muon)
“Príncipe Yeom…”
“No me llames de esa forma o moriré de cosquillas.” (Muon)
Seolha, que no creía que su propia voz le hiciera cosquillas, cerró la boca.
“¡Ohhh!”
Sosteniendo la parte sobresaliente con la mano y girándola sutilmente, Seolha miró al techo como si la punta de su barbilla cayera hacia atrás al sentir la gran protuberancia girando desde el interior.
“No creo que estés mojada porque la semilla se escurrió. Esta es la única forma en que no podrás concebir. Tienes que filtrarlo y dejarlo caer antes de que puedan taparlo.” (Muon)
Muon dijo en un tono amistoso que si se arrastra a cuatro patas como un perro aquí, la marca permanecerá mientras camine. Los dedos que sostenían a Okjeong estaban manchados de jugo de amor como telas de araña. Cuando lo sácalo lentamente, el agujero de Seolha se estremeció y escupió todo que había comido. Los ojos de Muon se quedaron mirando la carne roja que rezumaba durante mucho tiempo.
Sacó el zafiro que claramente era de la más alta calidad. Se decía que el jade azulado ayudaba a concebir un niño, por lo que todas las mujeres que habían recibido las semillas luego de tener relaciones sexuales con el Emperador lo recibían.
(N/T: Para recordar: Okjeong = cristal de jade = zafiro = jade azulado = tapón con forma del pen3 del Emperador.)
La forma del pene desnudo y el escroto debajo de él eran obvios, excepto por el color de los genitales del hombre que parecían más claros.
<“¡Ughh…!”> (Llanto)
Antes de que pudiera secarse, fue arrojado a cualquier parte de la pared y se partió en dos pedazos con un fuerte sonido. Seolha miró alternativamente el Okjeong y a Muon, quien lo lanzó, con una cara atónita.
“¿Qué estás mirando?” (Muon)
Yo soy quien quería preguntar, pero al final solo pregunté con una cara tranquila.
“Lo reemplazarás…”
Le vino a la mente el rostro de la dama de la corte. Esto no funciona para ella. Evidentemente, el Emperador podría haber exagerado un poco más y culparlo por traición, diciendo que había esculpido una parte de su cuerpo.
“Estás demasiado asustada. Ahora que hemos llegado hasta aquí, piensas que vamos a morir sin importar lo que hagamos. Entonces, hagas lo que hagas, no debes tener miedo.” (Muon)
“Es un sofisma*.”
(N/T: Argumento falso o capcioso que se pretende hacer pasar por verdadero.)
Por eso tiembla… Tal vez este hombre sabiendo que tengo más miedo, me balanceo como una bestia débil que iba a llenar su estómago hambriento a pesar de que sabía que era una trampa. La presa que sostiene y agita frente a él es demasiado grande.
“Ah, supongo que me atrapaste queriendo comer a la Jaein otra vez.” (Muon)
El interior parece que se está saliendo. El agujero que sacó de la prisión no se cerró. Antes de que alcanzara su mirada, Seolha extendió la mano y trató de acomodar su ropa interior. Sin embargo, Muon, se levantó primero, antes que ella lo hiciera.
“Que…”
Estaba tan avergonzada que ni siquiera tenía el espíritu para volver a sus sentidos. Esto se debe a que él cruzó la ventana sosteniéndola casi desnuda. Antes de que se diera cuenta, el sol se había puesto, dejando solo una sombra tenue. El final rojo de la puesta de sol pronto se desvaneció, y el cielo estaba en pleno apogeo preparándose para la oscuridad.
Mientras estaba en los brazos de Muon, Seolha se quedó momentáneamente sin palabras ante el cielo oscilante. No podía apartar los ojos de la situación porque su visión vacilante parecía estar en medio de una turbulencia.
La profunda brisa de la noche de finales de verano le azotó la cara. Tal vez fue refrescante, así que Seolha miró el pabellón que se estaba alejando. Y pronto, mientras la sostenía, Muon pisó el hueco de la cerca de madera que se acercaba rápidamente y saltó.
<“Pum!”>
Trató de prepararse un poco para el impacto que pronto llegaría, apretando bien los ojos cerrados y aplicando fuerza en los brazos que abrazaban su cuello sin darse cuenta.
“Será mejor que abras los ojos.” (Muon)
Sacudió la cabeza negándose. Pero cuando el hombre no se movió de su lugar, ella finalmente abrió los ojos.
“Ah…”
Un vasto bosque apareció ante su vista. La punta todavía estaba coloreada con el color del cálamo. Muon, que se paró tranquilamente en la parte puntiaguda de la alta cerca de madera, le mostró el más allá. La oscuridad ya había comenzado a cubrir en este lado del palacio, pero en ese extremo del bosque, la cola del sol aún permanece hermosa. Ancho y espacioso.
Sorprendentemente, el denso bosque vacío era inconmensurable.
Seolha nunca ha visto algo así en su vida. Su infancia fue una vida en pueblo muy limitado, y después de llegar al palacio imperial, nunca había caminado o se había detenido en algún lugar del vasto Palacio Imperial y mirando así hacia abajo.
Su corazón latía salvajemente como si fuera ella misma, no el hombre, quien corrió hasta aquí.
“Tengo que bajar ahora.” (Muon)
Fue un poco decepcionante tener que volver a su antiguo pabellón. El hombre saltó tan pronto como Seolha asintió… En el espeso bosque, riéndose de sus pensamientos.
“¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhh!”
Seolha gritó cuando su cuerpo cayó sin preparación. Cerró la boca rápidamente temiendo que alguien la escuchara, pero la mano que la sostenía con fuerza era lo suficientemente profunda como para clavarle las uñas.
“¡Príncipe!”
Había venido una vez. Sin embargo, en ese momento, estaba tan ocupada que no podía darse el lujo de mirar alrededor nada que tuviera la apariencia de un árbol. Conoció a este hombre por segunda vez aquí.
“No te lo dije. No puedo dormir a menos que huela a sangre por un día. Así que será mejor que eches un vistazo a tu alrededor.” (Muon)
“No se sabe cuándo llegará la dama de la corte.”
“¿Qué es lo que más quieren? …Mi hermano menor quiere que la Jaein conciba un niño, así que debe estar pensando que te he sacado para joderte hasta dejarte preñada.” (Muon)
(N/T: Mi querido Muon tiene un vocabulario de primera… bien salvaje el niño…)
Seolha fue la única que se sonrojó ante las tranquilas palabras sin ninguna barrera.
No había nadie allí abajo. La levantó y la puso en la silla del caballo preparado. De repente, cuando su mirada se elevó durante mucho tiempo, Muon sonrió y agarró las riendas con fuerza.
“Es un caballo estuvo conmigo en el campo de batalla. Rang-ah” (Muon)
“¿Rang-ah?”
Mientras reflexionaba sobre el nombre que le dio, el caballo sacudió la cabeza y exhaló por la nariz. – ‘Pooh, Pooh’ – Como si el caballo entendiera lo que estaban diciendo. El caballo negro, cuyo crin era brillante, le hizo adivinar lo bien lo habían cuidado sin necesidad de que Muon lo dijera.
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