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LMC – 11.2

05/02/2023

Episodio 11.2

 

Él era un Príncipe excepcional. Un niño, que fue elogiado por tener todas las cualidades de un Emperador caído del cielo, pero no pudo ascender debido a la cicatriz en su muñeca.

En la historia, cuando un Príncipe, que nació con esta cicatriz, ascendía al trono de Emperador la tiranía comenzaba como si el Emperador hubiera sido castigado por el cielo. Cuando una persona que nació con esa cicatriz se convierte en Emperador, eventualmente se volverá loco. Sin olvidar el olor de 10 años de matanza, adoptaba la tiranía, e incluso la naturaleza hizo la vista gorda ante un Emperador que fue rechazado por el cielo, sufriendo de hambre.

Generación tras generación de tales Emperadores se han visto obligados a buscar a las mujeres de la tribu Yul, y tomarlas por la fuerza, pero la vida de dichas mujeres ha sido consistentemente corta. Después de que toda la gente de Yul se extinguió, se enterró su existencia y se mantuvo en silencio porque tenían miedo de que el Emperador de Jade se enfadara con los descendientes de la mujer celestial.

La razón por la que el Imperio Taeseo aceptó a la tribu Yul, que deambulaba por otros países, y que apenas tenía fuerza y era continuamente saqueada, fue porque el hijo anterior Emperador nació con la maldición. Se preguntó si el destino de este Príncipe cambiaría. Sin embargo, el Emperador falleció antes que ese Príncipe sobreviviera los 10 años y se convirtiera en un Emperador de pleno derecho.

Es cierto que el Emperador quería mantener este Príncipe a su lado después de pasar de alguna manera los años de la maldición en medio de una masacre, pero ahora no estaba en este mundo.

“Es…” (Gran Maestre)

“¿No es porque tengo miedo de matar a mi hermano y usurpar el trono? Por supuesto, siempre y cuando complete los Años de la Matanza. Los brotes deben cortarse cuando son jóvenes. Ya que eres el Gran Maestre que conoces toda la sabiduría del mundo, debes haberlo sabido antes que nadie.” (Muon)

“Eres la persona que piensa primero en la seguridad del país.”  – Muon dijo eso y sonrió condescendientemente. 10 años no ha sido fácil. El joven Príncipe, que fue al campo de batalla, regresó como un monstruo. Allí, sin faltar un día apaciguaba al cielo hasta que vino a Ciudad Imperial.

“¡Su Alteza, por favor máteme!” (Gran Maestre)

“¿Realmente quieres eso?”

< “¡Chiiing!”>

La espada fue sacada inmediato de la vaina que Muon llevaba alrededor de su cintura. Y sostuvo la espada como si realmente fuera a cortarle la garganta al Gran Maestre.

“¡Su Alteza!” (Gran Maestre)

“No abandonaste tu puesto en el gobierno porque pensaste que tu vida no era importante. ¿No lo crees? Todavía me quedan algunos meses para completar los 10 años. Estoy pensando en pasar el resto del año aquí.”

Una línea sólida se formó en el cuello del Gran Maestre. Muon sabe que si aplica un poco más de fuerza como esta, el cuello de una persona es tan frágil que la carne se agrietará. La sangre fluyó y empapó de rojo la túnica de seda blanca que el Gran Maestre vestía.

“Estoy pensando en continuar la matanza hoy.”

“Por favor, sal-sálveme, Su Alteza.” (Gran Maestre)

Puede morir aquí sin que un ratón o un pájaro lo sepa. Salir de la Ciudad Imperial ha sido todo inútil. El Príncipe Yeom no olvida su resentimiento. Y era obvio lo que quería.

(N/T: Utilizan la palabra china: 恩怨 = resentimiento, pero en coreano es algo así como amor-odio.)

“¡Y-Yo haré lo que pueda hacer con convicción!” (Gran Maestre)

“Sí, eso es lo mejor que has dicho desde que llegaste aquí.”

Aunque es una molestia, Muon aún necesitaba al Gran Maestre. Fue divertido sostener la daga y colocarla de nuevo en su cinturón, y luego ver el Gran Maestre tocarse rápidamente para asegurarse que su cuello no había caído.

“Todavía está bien adherido, así que no te preocupes.”

Muon, quien volvió a donde estaba sentado y apoyó la parte superior de su cuerpo oblicuamente, dijo lo que quería.

“Sé que el Emperador te ordenaba que escribieras antes de morir. Tal vez, no haya nadie en Taeseo que pueda imitar la escritura del Emperador tan bien como tú.”

“…Yo, Su Alteza.” – El Gran Maestre, que adivinó qué orden le iba a dar, apoyó la cara en el suelo y tembló.

“¿Cómo puedes estar tan nervioso cuando ni siquiera dije que te iba a matar? Todavía necesito un lugar para jugar con esos dedos.”

“Eso… Eso…” (Gran Maestre)

‘Traición… Es la destrucción del cielo.’ (Gran Maestre)

Las últimas palabras del Gran Maestre fueron demasiado bajas para ser escuchadas por Muon.

“Si no tienes el edicto para mí, puedes hacerlo. Muéstrame tu talento, Gran Maestre. Entonces salvaré no solo tu vida sino también la vida de los miembros de tu familia.”

‘En cualquier caso, la verdadera caligrafía del Emperador debía ser evaluada por el Gran Maestre.’ – Muon se rio de su tonto hermano menor. No debería haber golpeado su cuello, debería haber golpeado al viejo Gran Maestre que sabía todo esto.

Al enterarse de que regresa a su ciudad natal con gracia, no debería ser destituido de su cargo y enviado lejos.

Era bastante lindo que no quisiera ser criticado por ser el Emperador que cortó el cuello de su maestro. Aunque nacieron en el mismo vientre y crecieron aprendiendo las mismas cosas, la forma de pensar de los dos hermanos era completamente diferente.

 

****

 

“Mi Señora, esto fue enviado por Su Alteza el Príncipe Yeom.” (Unjeong)

El verano había terminado y el otoño se acercaba. Era pleno verano cuando conocío a Muon, así que antes de darse cuenta, el mes había pasado y el próximo mes estaba a la vuelta de la esquina. Él siguió entrando y saliendo de la cámara de Seolha. Incluso Unjeong, que tiende a no darse cuenta, no tuvo más remedio que darse cuenta de que todas las noches eran así. Y los constantes obsequios llenaron su destartalado pabellón antes de darse cuenta.

Lo que otras concubinas reciben de forma privada, ella lo recibió del Príncipe Yeom.

 

“Hoho, ¿Jaein realmente no entrará como esposa del Príncipe Yeom a este ritmo?”

“Ya que sirve a Su Majestad el Emperador, ¿cuál es el punto?”

El número de visitantes aumentó a medida que los coloridos vagones cargado de artículos raros iban y venían entre las habitaciones del destartalado pabellón. Uno por uno, los que despreciaban a Seolha comenzaron a buscar su pabellón. Las mujeres van y vienen varias veces al día, guiadas por la Gwi-bi. Entre ellas, otras mujeres además de Gwibi (reina) todavía no hablaban con Seolha, sino que solo miraban los regalos que recibía.

(N/T: Recordar lo visto en el cap. 5.2 à *Gwi-bi : 귀비가 = Reina = Dama de honor que dio a luz al Príncipe.)

“¿No es esta la seda que solo viene del Reino de Baekju?” (Concubina 1)

“Esta es una caja completamente llena de perlas.” (Concubina 2)

Cada una de ellas abrieron las cajas en secreto y le contaron a la Gwi-bi en detalle. Cuando Seolha se daba la vuelta, rápidamente giraban la cabeza como si su rostro lleno de cicatrices fuera una carga.

“Por cierto, ¿es eso cierto, Jaein?” (Reina)

La Gwi-bi (reina) preguntó sutilmente mientras las concubinas miraban alrededor de la habitación. Seolha, que volvió la cabeza hacia el lado donde se plantaron árboles frutales y el jardín comenzaba a crecer y parecer un jardín, miró a la Reina.

“¿Qué quiere decir?”

“Escuché que la razón por la que el Príncipe Yeom se convirtió en partidario de Jaein es porque tenía una deuda con tu madre.” (Reina)

El rumor parecía haberse extendido de esa manera. – ‘¿Recuerda Muon el rostro de mi madre?’ – Las palabras que el Emperador lanzó para provocarla permanecieron como un daga, aun sabiendo que no lo eran.

“No lo recuerdo, pero supongo que Su Alteza lo recuerda.” – Seolha dijo eso porque pensó que era mejor responder así.

“Jojo, entonces no hay nada de qué preocuparse. También he estado escuchando sonidos obscenos de la habitación de Jaein en estos días.” (Reina)

“Como siempre, son solo rumores falsos.”

“¿Es eso así?” (Reina)

La Reina sonrió mientras abría con gracia el abanico. Ella contó la misma historia hoy, sin confianza de poder manejar las innumerables cosas que llegaron en su totalidad y la desbordaban mes tras mes.

“Llévate todo lo que necesites.” (Seolha)

Tan pronto como terminó de hablar, la caja de seda y perlas se movieron frente a sus ojos. No pensaba nada de la gente que acudían constantemente a ella esperando algo. Hubo momentos en los que el Príncipe Yeom venía siempre y momentos en los que se saltaba dos o tres días.

“No vine aquí esperando esto. Admiro el corazón generoso de Jaein.” (Reina)

A la señal de la Gwi-bi, sus cortesanas también señalaron y movieron lo que ya habían visto. Incluso si entran innumerables regalos, innumerables veces desaparecen. Seolha no mostró interés en ellos. Si muere de todos modos, no tiene que poner todo en su ataúd. Es correcto dárselo a quien lo necesita.

Las concubinas que todavía la odiaban, la llamaron una concubina que intentó apoderarse del palacio de concubinas comprando favores con regalos, pero ahora ya no importa.

“Parece que has perdido mucho peso, debes haber estado terriblemente caliente.” (Reina)

La Gwi-bi se fue rápidamente, dejando atrás esas palabras preocupantes. A medida que se ponía el sol, el lugar que solía estar abarrotado cada vez que llegaban los regalos había desaparecido, como la marea baja.

(N/T: Convenidas todas las concubinas…)

“Mi Señora.” (Unjeong)

“Parece que los días se han vuelto un poco más cortos. ¿No es así, niñera?”

“Será otoño pronto, por lo que es comprensible que los días se vuelvan más corto. ¿Le gustaría echar un vistazo a la ropa que usará en el festival de caza?”

Cada año se celebraba un festival de caza para orar por una cosecha segura. Esta vez, escuchó que todos los aristócratas asistirán porque se lleva a cabo en honor del Príncipe Yeom, quien permanece en Ciudad Imperial después de mucho tiempo. Seolha una vez más sintió que el tiempo había pasado cuando escuchó que solo quedaban unos pocos días.

“No. Estoy cansada y quiero descansar.”

Una vez que la gente venía por aquí así, se sentía particularmente cansada. Parece ser más así en estos días, por lo que Seolha sacó una pastilla redonda del tamaño de una uña de la caja de madera y lo masticó como un hábito. Era un pastilla que Muon le trajo junto con Okjeong como un símbolo de promesa.

Se preguntaba si podría evitar tener hijos mientras comía esto, pero tampoco estaba segura. Esto se debe a que sabe que su cuerpo desintoxicará incluso estas drogas.

“Pero es mejor que no hacer nada.”

Seolha puso la píldora horriblemente amarga debajo de su lengua y lo enrolló. Todas las noches que venía Muon, se ponía ansiosa por lo que la comía todas las noches e igualmente lo hacía los días que no lo veía como un hábito. Ahora que solo quedan unas pocas pastillas, pensó que debería preguntarle nuevamente el día que venga.

 

****

 

“Mi Señora. Mi Señora Jaein.” – Hoyeong, había estado haciendo recados, se apresuró a entrar con una cara brillante y llamó a Seolha con cautela. Era obvio que tenía miedo de que alguien escuchara su voz.

“Entonces, te caíste.”

“¡Está bien! Mi Señora, he visto a mi hermano mayor, y me dijo que Su Alteza salió a cazar hoy muy lejos y no podrá venir por la noche.” (Hoyeong)

La voz de Hoyeong era aún más baja como si sus palabras fuera un secreto. Fue por esa razón que Seolha envió al niño. No había forma de saber cuándo vendría el Príncipe Yeom, porque siempre llegaba de forma inesperada, pero había llegado el momento de grabar una nueva cicatriz en su rostro.

No le gustaba usar a este niño, pero no tenía otra opción.

“Gracias por averiguarlo.”

“Por supuesto que es mi trabajo.” – Hoyeong sonrió con un rostro orgulloso.

“Gracias a usted, también estoy feliz de ver su cara.” (Hoyeong)

(N/T: Habla de ver a su hermano)

“A Hoyeong realmente le gusta.”

“Por supuesto, es la persona más maravillosa del mundo para mí. Si pudiera escuchar mi voz, estaría emocionado.” (Hoyeong)

“Lo siento. Pero pronto llegará el día en que puedas dejar que tu hermano escuche tu voz.”

“No, solo me quejo. Es la voz que la Señora me devolvió.” (Hoyeong)

Seolha extendió la mano y acarició la cabeza redonda del niño.

“Hoyeong, ¿no quieres irte del palacio? ¿No te arrepientes de haber venido?”

‘Decidí enviar a la niñera y a este niño, pero aún no he hablado de eso.’

“En realidad, estaba tan asustado que me arrepentí desde el primer día. Todavía estoy un poco asustado en este momento. Pero ahora estoy bien porque mi Señora está aquí.” (Hoyeong)

“Deja el Palacio Imperial y vive haciendo lo que quieras hacer.”

“Estaré con mi Señora. Porque soy el eunuco de mi Señora.” (Hoyeong)

No pudo decir nada más debido a la inocente voz. Sin embargo, Hoyeong morirá algún día si se queda a su lado. Incluso la vida de un niño no puede ser utilizada como compañera en el camino hacia el inframundo. La sangre se le secó cuando supo que el festival de caza ya había llegado inevitablemente.

“Sí. Quiero que me escuches con atención.” (Seolha)

Hoyeong sonrió sin saber a qué se refería Seolha.

“Hoyeong, tengo un favor más que pedirte. Necesito un arnés para el festival de caza.”

Ella llegó al final hace algún tiempo. Hoyeong, que sabe que el arnés para usarlo a su medida todavía no está listo, respondió enérgicamente.

“¡Sí! ¡Entonces iré al establo y lo traeré de vuelta!” (Hoyeong)

Seolha dijo una mentira a pesar de que Muon ya había enviado un arnés.

“bueno. Gracias por hacerlo.”

“Pero creo que me tomará mucho tiempo volver.” (Hoyeong)

“¿No dijiste que tu compañero estaba allí?”

“Eso es cierto.” (Hoyeong)

“Entonces regresa después de jugar todo lo que quieras con tu compañero a quien no ves después de mucho tiempo.”

Los ojos de Hoyeong brillaron como si las palabras amistosas de Seolha mostraran que todavía era un niño al que le gustaba jugar. Y Seolha sonrió por un momento, olvidando su cansancio porque el niño parecía tener alas en los pies cuando salió del pabellón nuevamente.

 

“Como es tan amable contigo, Hoyeong escuchará las palabras de mi Señora y regresará más tarde.” (Unjeong)

“La niñera lo trata mejor que yo.”

“Solo lo regaño todo el tiempo.” (Unjeong)

Seolha, que sabe que Hoyeong, que no tiene padres, sigue a la niñera como una madre, se tapó la boca con las mangas cuando escuchó que la estaba regañando.

“… Estará listo cuando llegue la noche.” (Hoyeong)

“La niñera siempre trabaja duro.”

‘Estoy cansada ahora. Si el festival de caza va a llegar pronto, ¿no estaría bien seguir adelante? Voy a morir de todos modos, a quién le importa mi cara.’ – Eso pensó, pero Seolha finalmente decidió hacer lo que hacía cada vez porque temía que alguien se diera cuenta.

Si no es hoy, no sabe cuándo hacerlo, porque desconoce cuándo volverá Muon, así que usualmente lo pasa en un estado de ansiedad.

Pensando en el hombre que es lo suficientemente inteligente para notar que envía a Hoyeong a preguntar nuevamente, era una forma que no podía usar dos veces.

El día terrible estaba llegando a su fin. Y el sol se puso particularmente rápido ese día.


Nameless: Nos quedamos aquí esta semana, sigan disfrutando…

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