Episodio 12.5
Al terminar el desfile militar, pedí permiso para ir al baño y salí un rato. Caminando entre la multitud atestada, llegué a la entrada del baño ubicado dentro del gran salón, cuando de repente escuché un sonido extraño.
Al principio lo confundí con una pareja sobreexcitada que se escondía en el baño. Pero cuando me paré frente a la puerta y escuché atentamente, pronto me di cuenta de que alguien estaba sollozando.
‘¿Quién diablos está llorando en el baño en el festival de fin de año?’ – Cuando agarré la manija de la puerta y la empujé, la mujer que lloraba de pie con la cabeza inclinada frente al lavabo inmediatamente miró hacia atrás. Luego volvió a girar la cabeza y siguió llorando. – ‘¿Debería irme?’
“¿Princesa? ¿Qué pasa?”
“Ughhh, uggg…” (Adriana)
Cerré la puerta a mis espaldas, rebusqué en mi bolso y saqué un pañuelo. Estaba tratando de ser amable. Eso es todo, igual que antes. Y Adriana me dio una palmada en la mano mientras le entregaba el pañuelo como el otro día. Son acciones tan consistentes entre sí.
“¡Vete! ¡No necesito tu compasión!” (Adriana)
“No es exactamente compasión… ¿Pasó algo?”
“¡No es asunto tuyo!” (Adriana)
El rostro de Adriana, que respondió miserablemente, estaba cubierto de lágrimas y su maquillaje estaba corrido. Tan pronto como me rasqué la cabeza, me arrebató el pañuelo de la mano. – ‘¿Qué?’
“¿Pasó algo en su casa?”
“Ugh… Todo es por tu culpa.” (Adriana)
“¿Qué otra cosa?”
“Después de que apareciste, todo… Ugh, ¿no es suficiente con lo que ya tienes? ¿No es demasiado? ¿Por qué estás tan impaciente por arrebatar lo que pertenece a otra persona?” (Adriana)
“Si me dice que pertenece a la Princesa…”
“¡No es suficiente con robar a mis amigos, incluso te estás robando a mi hermano!” (Adriana)
“…”
“¿Por qué tú y las de tu especie están impacientes por tener uno más? ¿Por qué demonios me pasa algo como esto? …Cada vez…” (Adriana)
“No soy la madrastra de la Princesa. Benya no es el padre de la Princesa. Si ese fuera el caso, la pierna de la Princesa ya se habría roto.”
Cuando hablé en tono hosco, Adriana dejó de secarse los ojos y me miró. La escena en la que los ojos rosados brillaban empapados de lágrimas es realmente sorprendente. No esperaba ver algo así. – ‘¿Incluso tuviste una pelea con Juan?’
“No te atrevas a ser condescendiente sin saber nada de mí.” (Adriana)
“Creo que la Princesa fue la primera en ser condescendiente a pesar de que no saber nada.”
En lugar de continuar con sus palabras, Adriana se limitó a mirarme con una cara llena de ira y confusión. <imreadingabook.com> Me acerqué a ella y puse mi bolso en el fregadero.
“Su maquillaje se corrió.”
“…” (Adriana)
“Puede usar mis cosméticos. No sé si se adaptará a su gusto.”
“… ¿Te estás burlando de mí? ¿Por qué te importa si lo hago o no?” (Adriana)
“Realmente no me importa lo suficiente, por eso puedo cuidarla.”
“¿Viniste a la Reunión del Parlamento a propósito para que pueda verte?” (Adriana)
“No soy tan consciente de la Princesa.”
Hubo un momento de silencio. Hasta que Adriana, que estaba sollozando y rebuscando en mi bolso, volvió a abrir la boca.
“Yo, yo cuánto lo he intentado… Cuan amable he vivido a pesar de atravesar esa dura experiencia…” (Adriana)
“Sería bueno si pudiera vivir una buena vida.”
Adriana se quedó sin palabras. Al verla sollozar, secarse las lágrimas y comenzar a arreglarse el maquillaje, de repente me sentí divertida y amargada, como si mirara a un niño sentado frente a un tocador.
‘Esta debe haber sido la desviación más grande que podría haber tenido su vida… Para ser honesta. Debe haber estado ansiosa por la sensación de que las flores en el campo de flores están desapareciendo una por una. Me temo que volverá a los días en que se llevaron el jardín de flores.’
‘Debería dejar que se quede en el campo de flores.’
‘No destruyamos esa maldita ingenuidad intrusiva y dejémosla pasar así.’
‘Por lo menos uno de nosotros puede hacerlo.’
Con ese pensamiento en mente, no dije nada más. Antes de darme cuenta, Adriana, que había terminado de maquillarse y arreglarse el cabello, se dio la vuelta y me entregó el bolso. Excepto por sus ojos inyectados en sangre, era una Princesa perfecta como siempre.
“Gracias por prestármelos.” (Adriana)
“…”
“No pienses en menospreciarme, solo me caí por un momento mientras corría.” (Adriana)
‘¿Dónde lo leíste o se te ocurrió a ti misma? Si lo has meditado por ti misma, es asombroso.’ – Mientras continuaba sin responder, ella siguió adelante y agregó una última palabra, pasando junto a mí.
“Juan es un niño que estará de mi lado pase lo que pase. No sé lo que le dijiste, pero haré que deje de discutir conmigo. No solo nosotros…” (Adriana)
“Está llena de confianza.”
“Las intenciones viciosas no pueden vencer a la buena voluntad. Espero que te des cuenta antes de que sea demasiado tarde.” (Adriana)
‘Es como si mi alma estuviera siendo succionada por un espacio-tiempo cada vez más pequeño. ¿Cómo diablos puede vivir con una creencia tan extraña? ¿O simplemente yo soy la rara?’
‘En verdad, soy una mujer malvada que está unida a la malevolencia. Puede ser natural que no pueda entender.’
‘Porque somos personas completamente diferentes en nuestro propio destino esencial. No es de extrañar que la propia existencia del otro sea molesta.’
‘Tal vez hubiera sido mejor para todos ustedes si yo no existiera.’
‘Como un lirio que florece noble y puro, nunca tuve la intención para cumplir su voluntad desde el principio…’
(N/T: Como que en el último párrafo no pude entender a quien se refería, si a ella misma o a Adri para poder darle sentido.)
Solo después de que Adriana se fue, me acerqué al fregadero y me lavé las yemas de los dedos con agua fría hasta que se pusieron rojas. Luego, tiré los cosméticos de mi bolso a la papelera debajo del lavabo y salí del baño.
La sonrisa benevolente del cuadro de la Virgen María colgado en la pared del corredor se siente como una burla. No debería haber tirado mi lápiz labial. Incluso si es solo un garabato a gran escala sacando lágrimas de sangre de esos ojos. Entonces el incidente de la Virgen derramando lágrimas de sangre será un desastre. ¡Vaya, vaya!
“¿Sasha…?” (Desconocido)
Parpadeé y giré la cabeza. En la entrada del corredor, vi a cierto Príncipe cisco caminando hacia mí. – ‘Este es el único baño de mujeres. ¿Está aquí para buscar a su hermana?’
“La Princesa salió hace un rato.”
Juan, que se acercó lentamente a mí mientras yo me acercaba en silencio, luego dejó de caminar y me miró fijamente. Su expresión facial parecía indiferente a lo que sucedió en la víspera de Navidad. ¿O solo está tratando de fingir?
“¿Por qué estás herida?” (Juan)
“¿Qué?”
“Fuiste al Parlamento antes. Parecía que estás herida en alguna parte…” (Juan)
‘¿Seguiste a tu hermana mayor allí también? Todos me miraron muy de cerca en un momento.’
“No es nada. ¿Qué te pasó a ti y a tu hermana? No se veía muy bien, así que será mejor que te vayas rápido…”
“No estoy aquí buscando a mi hermana menor.” (Juan)
Era un tono contundente. Era increíble ver esos ojos rosados brillando con determinación como si estuvieran tranquilos, a diferencia de ese momento que estuvieron cubiertos de sangre y sin saber qué hacer.
‘¿Qué es esto, Confucio, Dragón de Llamas Negras? ¿Incluso decidiste despertar después de mancharte las manos de sangre? ¿O simplemente estás repitiendo alguna experiencia? ¿Por qué estás siendo innecesariamente atrevido?’
Es significativo ver que parece haber logrado justificarlo de alguna manera.
“Sobre lo sucedido en la víspera de Navidad…” (Juan)
“Detente.”
“Pero…” (Juan)
“Te dije que no pasó nada. Solo olvídalo. Cuando mires hacia atrás más tarde, te sorprenderás lo mucho que se siente como si nada hubiera pasado.” (Juan)
Cuando lo dije en tono de consejo, como era de esperar, la cara bonita de Juan inmediatamente se estremeció y endureció. No es de extrañar que tuviera una expresión de orgullo herido.
“¿Es eso lo que te preocupa? ¿Tienes miedo de que no supere la culpa y te haga quedar atrapada en ella también?” (Juan)
“…”
“No soy un niño sin sentido de responsabilidad y cobarde. Mentiría si dijera que no me siento culpable en absoluto, pero…. Todo es mi problema. Incluso si fue un error accidental, solo hice lo que tenía que hacer de todos modos.” (Juan)
‘Solo hice lo que tenía que hacer… Es un comentario sumamente gracioso y al mismo tiempo extraño. Creo que es algo que dijo más para convencerse a sí mismo más que por decírmelo.’
Como si no fuera su primera experiencia en afirmar ser un caballero para otra persona…
“Lo que sea… Aparte de eso, ¿estás bien?” (Juan)
“…”
“Quiero decir, eso sucedió en una fiesta del hotel, así que tú eres responsable… Por eso temo que haya habido alguna chispa…” (Juan)
Mientras lo miraba en silencio, Juan se frotó la boca con la palma de la mano por un momento y pensé que estaba midiendo que decir, y luego se acercó unos pasos, justo en frente de mi nariz. Fue un movimiento que se sintió bastante audaz.
“Si estás en problemas, solo di la verdad. No, di que amenacé con ayudar.” (Juan)
“Príncipe…”
“Soy el Príncipe de Parke. Hay muchas formas de salir. No importa cuánto diga Benya, no podrá enfrentarse a mí abiertamente.” (Juan)
“No importa lo borracho que estuviera el Príncipe, ¿qué razón tendría para luchar contra Lord Cozimo? ¿Ha pensado en eso? No podrá evitar decir que yo lo alenté.”
Juan se sobresaltó como si algo lo hubiera apuñalado cuando hice un comentario frío mientras trataba de tragarme la risa. Grandes masas de emociones turbulentas cruzaron rápidamente en sus ojos abiertos. Luego, como si dudara, dio un paso atrás, apoyó la espalda contra la pared y se secó bruscamente la cara.
“Sí, eso es diferente… El hecho de que ese bastardo está en buenas condiciones…” (Juan)
<“¡Uffff… Eh!”>
‘¿Es eso diferente? ¿Es diferente que Benya esté saludable? ¿Cuál es la diferencia?’ – Mi corazón latía rápido y mis oídos saltaron naturalmente. Pero fue en ese momento que…
“¿Por qué estás aquí?” (Knoxus)
‘… ¿No creo que pueda a decirlo? Amigos reunidos frente al baño de mujeres en la víspera de Año Nuevo, la imagen es un poco extraña. Creo que en este punto podemos etiquetar a estos tipos como acosadores.’
Juan no dio señales de responder esa pregunta un tanto perversa, y siguió secándose la cara. Y Knoxus tampoco parecía esperar una respuesta. El Príncipe, que por un momento estaba mirando con desaprobación a su amigo que suspiraba incomprensiblemente, volvió sus ojos hacia mí.
“Sasha.” (Knoxus)
“Creo que ambos tomaron el camino equivocado. El baño de hombres no está por aquí.”
Hubo un pequeño momento silencio. Mientras los dos Don Quijotes me miraban fijamente uno al lado del otro, pasé rápidamente junto a ellos, sin derramar una sola sonrisa. No, iba a hacerlo…
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