Pero debido al interludio de hace un momento, fue un poco impropio, independientemente de lo apropiado que fuera.
Por ejemplo, incluso si Yun Shu se sentĂa cĂłmoda, solo podĂa morder la almohada con fuerza por temor a dejar escapar un sonido.
Otro ejemplo fue que Fu Ran solo se atreviĂł a masajear los hombros, los brazos y la parte superior de la espalda de Yun Shu. Ni siquiera se atreviĂł a tocar su cintura. ÂżQuiĂ©n le pidiĂł a la cintura de Yun Shu que tuviera dos pequeños hoyuelos en la espalda y la mitad de su espalda fuera extremadamente sexy? Ni siquiera podĂa mirarla, y mucho menos tocarla; cuanto mĂĄs lo miraba, mĂĄs seca se sentĂa su boca.
Pero Ă©l todavĂa la masajeaba. Yun Shu estaba tan cĂłmoda que sintiĂł sueño. Incluso le dijo al hombre que masajeara no solo la parte superior de su cuerpo sino tambiĂ©n la parte inferior del cuerpo.
ÂżQuĂ© mĂĄs podrĂa hacer Fu Ran? Solo podĂa mover sus manos temblorosas hacia abajo.
Sin embargo, Yun Shu olvidó reprimirse cuando estaba somnolienta. Un suave sonido «mm» escapó de sus labios una vez que el hombre la masajeó.
Este suave sonido «mm» expresĂł comodidad y no contenĂa rastros de lujuria. Sin embargo, fue un rayo que golpeĂł con fuerza el corazĂłn ya tembloroso del hombre.
Fu Ran se apartĂł del cuerpo de Yun Shu, jadeando al borde de la cama.
«¿Fu Ran?»
Yun Shu se despertĂł de golpe. LlamĂł reflexivamente al hombre, pero no se dio cuenta de que esta voz suave, sin duda, agregĂł aceite al fuego, quemando al hombre casi en cenizas.
Fu Ran contuvo el sonido de su respiraciĂłn, pero la nuez de AdĂĄn no pudo engañar a nadie. Ăl dijo: âVoy a ir al baño por un rato. VolverĂ© mĂĄs tarde para continuar con tu masajeâ.
En este momento, Yun Shu ya estaba completamente despierta. GirĂł su cuerpo para mirar a Fu Ran. Cuando se dio la vuelta, la toalla se deslizĂł un poco hacia abajo, revelando un poco del resplandor de la primavera. [1] Sin embargo, esta apariencia medio cubierta hizo que la mente de las personas se volviera incontrolablemente salvaje.
Fu Ran obviamente era asĂ. Inmediatamente se dio la vuelta para ir al baño.
«Fu Ran».
En el momento en que se dio la vuelta, Yun Shu notĂł claramente su hermoso rostro rojo. De alguna manera, Yun Shu llamĂł a Fu Ran e incluso se acercĂł para tirar de su manga.
«¿Qué ocurre?»
Fu Ran no se dio la vuelta y solo preguntĂł en su tono habitual.
Pero en este tipo de perĂodo, lo normal era en cambio lo anormal mĂĄs grande.
La mano que agarraba la manga se apretĂł gradualmente mientras sus nudillos se volvĂan blancos… Finalmente, despuĂ©s de un rato, los labios rojos de Yun Shu se abrieron ligeramente. «Te ayudarĂ©.»
Una vez que pronunció estas palabras, Yun Shu dejó escapar un suspiro, como si hubiera hecho todo lo posible sin preocuparse. Su otra mano que estaba agarrando la toalla abrazó al hombre. Su cabeza se apoyó en sus brazos musculosos y repitió: «Te ayudaré».
Fu Ran bajĂł la cabeza. La toalla cayĂł a sus pies. Sin siquiera pensarlo, supo lo impresionante que era el paisaje detrĂĄs de Ă©l. Pero fue por eso que no se atreviĂł a dar marcha atrĂĄs. TenĂa miedo … Fu Ran dijo con moderaciĂłn: «Shu Shu, Âżno tienes miedo de que me vaya por la borda?»
Yun Shu susurrĂł: âTengo miedo. Pero⊠Somos una pareja. No siempre puedo dejarte⊠dejarteâŠâ Yun Shu enterrĂł su rostro en la espalda del hombre. Su voz era aĂșn mĂĄs suave, âTengo que actuar mañana. No puedes ir demasiado lejos.â
Fu Ran se dio la vuelta, abrazó a Yun Shu y respiró hondo. «Bueno.»
âŠâŠ
Fu Ran inmovilizĂł a Yun Shu en la cama y la besĂł con paciencia y moderaciĂłn.
Fu Ran fue muy cuidadoso. SabĂa que Yun Shu tenĂa que trabajar mañana y no se atreviĂł a dejar marcas notables. Sin embargo, no era del todo porque tenĂa trabajo mañana, pero no querĂa causar que otros escupen tonterĂas por las marcas que dejarĂa.
En cualquier caso, las niñas siempre sufrieron demasiado en este aspecto. AdemĂĄs, su estatus era tan desigual… Entonces, si era posible, realmente querĂa proteger firmemente a Yun Shu bajo sus alas. Pero Ă©l no era Dios y no podĂa controlar a todos, por lo que solo podĂa actuar de esa manera.
Para pasar mĂĄs pensamiento y cuidarla cuidadosamente.
[1]æ„ć (chĆ«nguÄng)- el resplandor de la primavera. / (fig.) una vista de algo sexy o erĂłtico./ una indicaciĂłn de una historia de amor.
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