Episodio 11.5
“No sé qué hay dentro de ti.” (Schwabben)
El Conde de Schwabben chasqueó la lengua mientras miraba a Claire, que estaba afilando su pluma y rellenando los espacios en blanco en el papel como de costumbre.
“Sería mucho más ventajoso para ti convertirte en amante oficial que vivir como una mujer a la que no se le garantiza nada. ¿Por qué eres tan testarudo? Tsk tsk.” (Schwabben)
Como si no pudiera dejar de lado su persistente apego, el Conde Schwabben continuó refunfuñando mientras la miraba desde la mañana hasta ahora.
“Entonces, ¿qué pasará si tienes un hijo de mi Señor? En este momento no te apresures con antelación…” (Schwabben)
“Se me acabó la tinta. Volveré en un rato. Conde.”
‘Es mejor evitar las molestias del Conde de Schwabben, quien rara vez se detiene una vez que empieza.’ – Claire salió apresuradamente de la oficina del Conde, sosteniendo el frasco de tinta que salpicó en el piso.
Cuando comenzó el invierno, la chimenea de la torre se podía ver a lo lejos a través de la ventana cerrada del segundo piso. En el lugar donde el Marqués ordenó reparar la torre se estaban realizando actualmente extensas obras comparables a las reparaciones interiores del Castillo de Voledour el pasado verano.
Un comerciante traído por el Barón Kainz estaba llenando el frío edificio de ladrillo con todo tipo de cosas caras que no encajaban entre sí.
‘La Dama de la Torre.’
En el futuro, es posible que Claire sea llamada oficialmente con ese nombre dentro de Voledour. De todos modos, ahora realmente vivo aquí como la mujer del Marqués.
“¿Qué está sucediendo?” (Balt)
Balt, que bajaba las escaleras centrales, la encontró parada junto a la ventana y se acercó a ella. Cuando Claire le dijo que se había quedado sin tinta y que estaba en camino a buscarla, él volvió a girar en la dirección de donde había venido.
“Sígueme.” (Balt)
La puerta de su oficina, un escalón más arriba se abrió. Los ojos de Claire se abrieron cuando vio la espaciosa y magnífica habitación por primera vez.
Una sombra cayó sobre la cabeza de Claire, incapaz de cerrar la boca, que se abrió por sí sola.
Los ojos del hombre, que había permaneció en la cama de Claire hasta el amanecer, estaban a punto de derretirla aquí y ahora.
Apoyándose en la puerta que aún no se había cerrado, su espalda fue empujada hacia atrás por la fuerza de Balt.
<“¡Swichhhh! ¡Pum!”>
La botella de tinta cayó de la mano de Claire, que estaba recibiendo la lengua del Balt que se enredó con la suya. Unos labios calientes recorrieron su cuello sin dudarlo.
“¿No estás interesada en comportarte como una zorra aquí?” (Balt)
Se escuchó un golpe detrás de Claire, que estaba presionada contra la puerta. Las vibraciones que atravesaron la madera subieron a su espalda y llegaron a su corazón.
“Más tarde.” (Balt)
El hombre que estaba tocando el pecho palpitante de Claire, le dio tranquilamente una respuesta a la persona que estaba afuera de la puerta. Claire rápidamente se tapó la boca con la mano para evitar que se filtraran los gemidos que escapaban entre sus dientes.
“Es Krom, mi señor. Ha llegado un mensajero de parte del Capitán de la Guardia.”
“Lo escucharé más tarde.” (Balt)
Pronto los pasos se alejaron y el movimiento de la persona desapareció. Sólo entonces Claire se quitó la mano que le cubría la boca. Los labios de Balt todavía permanecían debajo de su clavícula.
“B-basta.”
“¿Por qué?” (Balt)
Cuando la mano que levantó su falda y llegó a sus calzoncillos, Claire apartó su muñeca. Cuando la mano de Balt, que no tenía voluntad de ser apartada, permaneció inmóvil y no sirvió de nada, esta vez ella empujó su hombro.
“Escuché que ha llegado un mensajero.”
“¿Entonces?” (Balt)
El hombro que pareció haber sido apartado por un momento volvió a pegarse a la puerta. El hombre, que parecía no tener intención de dar marcha atrás, ahora estaba mordiendo el cuello de Claire.
“Bueno, podría ser una noticia urgente.”
“Yo también tengo prisa.” (Balt)
“Entonces, deberías escuchar al mensajero rápidamente…”
“Claire.” (Balt)
Balt, que la sostenía en sus brazos, mostró unos ojos grises llenos de profundo deseo.
“Tengo urgencia por ti.” (Balt)
Claire giró la cabeza y sintió que se sonrojaba hasta los dedos de los pies. – ‘Es de mañana y aún no es hora de almorzar. Incluso ahora, que la gente se apresura afuera de la puerta del castillo ¿Qué es esto?’
“¿No lo prometiste? …Dame la torre y te lo daré todo a cambio.” (Balt)
“Bueno, eso…”
‘¿Necesitas más? Recuerdo claramente haberte dado lo suficiente como para quedarme despierta toda la noche. No tengo idea de cuánto más necesitará este hombre. Aun así, esto es demasiado…’
Mientras Claire dudaba en responder, su lengua volvió a entrar.
El hombre, que la empujaba cada vez más cerca de la puerta mientras le mordía los labios y envolvía su lengua, volvió a levantarle la falda.
‘De ninguna manera, ¿esto ahora?’
Balt agarró la muñeca de la mujer que empujaba su hombro y la empujó hacia la puerta. No había manera de que ella pudiera detener al hombre que no se movía incluso si pusiera mucha fuerza en ambos brazos con su delgada mano.
Estaba indefensa y no tuvo más remedio que renunciar a toda resistencia.
Cuando no pudo evitar que la mano del hombre se moviera dentro de su ropa, no tuvo más remedio que agarrar con fuerza su firme antebrazo.
Después de un rato, la lengua que había estado explorando frenéticamente sus labios finalmente se separó, y la mano que sostenía su muñeca se aflojó.
Claire finalmente exhaló, liberándose de toda la presión que la había estado reteniendo. Su corazón latía rápidamente. Podía sentir incluso el calor de la fría puerta de madera contra su espalda.
Sin embargo, con sólo su cuerpo separado, la mirada del hombre mirándola mientras todavía la atrapaba en sus brazos era tan ardiente como antes. Como si todavía no fuera suficiente.
“Recuérdalo bien. De ahora en adelante te tomaré de esta forma así. Totalmente.” (Balt)
Mientras la respiración de Claire se calmaba, Balt recogió la botella de tinta que había caído al suelo y caminó hacia su escritorio. <dark.imreadingabook.com> Y después de llenar la botella de tinta ahora vacía con más de la mitad de la suya, regresó con ella.
Colocó la botella en su mano, que todavía temblaba, y posó sus labios en su blanco cuello. Luego mojando la zona con saliva pegajosa, susurró.
“Iré a la torre antes de que se ponga el sol.” (Balt)
<“¡Chiiiiiiiiir!”> -Después de que terminó de hablar, empujó la puerta y esta se abrió con un fuerte ruido. Julian Krom, quien pensó que se había ido, estaba parado al final del pasillo, y detrás de él estaba Dylan, a quien no había visto en mucho tiempo.
Aunque su rostro se puso rojo, Claire no evitó sus miradas y bajó las escaleras con la cabeza erguida.
Si él quiere tenerla de esa manera, ella con gusto está dispuesta a entregarse de esta manera. Éste es el valor de la mujer de la torre.
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Con la llegada del invierno, los rumores se extendieron por todo Genevu.
“Escuché que el Marqués dejo entrar a una mujer al castillo. ¿Has oído la noticia?” (Plebeyo 1)
“No, ¿qué estabas haciendo para escuchar esa noticia? Probablemente sea la viuda. Tiene tres hijos. Decoraron la torre como un castillo y la sentaron allí.” (Plebeyo 2)
“¿Tres hijos?” (Plebeyo 1)
Los dos hombres que estaban sentados uno frente al otro y bebiendo cerveza de repente echaron los hombros hacia atrás sorprendidos cuando vieron aparecer de repente una cabeza gris en medio de la mesa.
“¿Qué? ¿Qué has dicho tú?” (H. Cabello Gris)
“¿Es cierto lo que dijiste, que el Marqués de Voledour llevó al castillo a una viuda con tres hijos?” (H. Cabello Gris)
“¿El Marqués es tu amigo? ¡Con que impertinencia desestimas el nombre del Señor!” (Plebeyo 1)
Mientras todos los hombres sentados a la mesa lo miraban fijamente, el hombre de cabello gris sonrió y levantó la mano.
“Ah, un error. Esta es mi primera vez en Genevu. ¿Entonces nuestro Marqués trajo a una mujer? ¿No se iba a casar con la hija del Archiduque?” (H. Cabello Gris)
Las expresiones arrugadas de los hombres se suavizaron un poco cuando escucharon ‘nuestro Marqués.’ Aun así, no pudieron ocultar sus expresiones de mal humor.
“¿Por qué nuestro Marqués se casaría con la hija de ese pervertido hijo de puta? Ese debe ser su deseo.” (Plebeyo 2)
“Así es. Escuché que ni siquiera la miró dos veces cuando fue al Castillo Lanteo la última vez.” (Plebeyo 1)
Cuando el hombre de cabello gris pidió otra cerveza para los dos hombres, sus expresiones se volvieron aún más relajadas.
“Ah, ¿pero escuché que el Marqués también atrapó a piratas que estaban molestando al Archiduque?” (H. Cabello Gris)
“Eso es todo, has vuelto para demostrarnos que has visto la verdad.” (Plebeyo 1)
“Así es. Qué piratas podrían con nuestro Marqués. Incluso los bastardos de Milavo fueron destruidos sin siquiera decir una palabra.” (Plebeyo 2)
El hombre de cabello gris volvió a asomar la cabeza hacia los hombres que se reían y comían la carne en escabeche.
“¿Entonces? ¿Cuál es la historia de esa viuda? ¿No creen que sea mayor si tiene tres hijos?” (H. Cabello Gris)
De los dos hombres, el de la barba más gris sacudió la cabeza y la mano al mismo tiempo.
“No, una pariente mía trabaja en Voledour y por si no lo saben es doncella*. Parece que su marido murió rápidamente después de tener a los niños. Escuché que sus ojos son azules y que tiene una apariencia bastante buena.” (Plebeyo 1)
(N/T: Usan la palabra 처녀래 que significa virgen, pero no estaba segura de usarla, porque se supone que en Voledour nadie sabe que ella era virgen con excepción de Balt y su nana Lavia… Entonces no sé cómo podría una pariente del hombre saber que ella lo era… / A menos que se refiera a la pariente que tiene en Voledour sea la doncella… No sé…)
“Así que debe haber llamado la atención de nuestro Marqués. De todos modos, si el Archiduque se entera de esta noticia, le dolerá el estómago.” (Plebeyo 2)
Los dos hombres, que le guardaban algún rencor al Archiduque, estaban tan emocionados que no sabían qué hacer. El hombre de cabello gris, que tranquilamente bebía su cerveza como si no tuviera más preguntas, abandonó el ruidoso bar al cabo de un rato.
La nieve que había detenido por un tiempo volvió a caer. El hombre, que miraba cómo se derretía la nieve en la palma de su mano algo que no es común ver en Prusia, se echó a reír y dijo desconcertado: “¡Ja!”
“Claire, ¿qué tipo de accidente volviste a tener?” (H. Cabello Gris)
La granja que visitó estaba vacía, y después de preguntar por ahí, la gente del entorno le dijo que los que vivían allí se había ido al Castillo de Voledour.
‘Jenna estaba embarazada, por lo que ya habría dado a luz, por lo que serían tres. Además, el tema de los ojos azules.’ (H. Cabello Gris)
“De todos modos, ¿a qué se refieren con viuda?” (H. Cabello Gris)
El hombre, que no podía dejar de murmurar, pronto desapareció entre la nieve que caía.
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