Al final, Hana tuvo que hacer lo que Jin-Hwon le dijo y dormir en su casa. Aunque la ansiedad de que pudiera venir otra mujer desapareciĂł, Hana se sintiĂł incĂłmoda.
«Sube.»
âÂżPuedes al menos darme un pijamaâŠ?â .â
«¿No puedes venir råpido?»
Jin-Hwon hizo que Hana se acostara desnuda junto a Ă©l. Hana se retorciĂł en la cama sin siquiera usar ropa interior.
Una cama en la que ninguna otra mujer se ha acostado jamĂĄs. Aunque ese hecho me dio una extraña sensaciĂłn de satisfacciĂłn, me hizo sentir aĂșn mĂĄs culpable.
Jin-Hwon extendió los brazos y le ordenó que me acercara a sus brazos. De repente se le ocurrió una cosa: si este momento era un sueño, esperaba no despertar.
«Ahhh.»
Mientras la sostenĂan en sus brazos, se escuchĂł un suspiro de satisfacciĂłn por encima de su cabeza. Jin-Hwon abrazĂł a Hana como a una muñeca y puso su rodilla entre sus muslos.
Fue increĂble sentir una piel suave envolviĂ©ndolo.
TodavĂa le repugnaba tocar a otras personas. Sin embargo, hubo una excepciĂłn a todo lo que decidiĂł.
Jin-Hwon hundiĂł la nariz en el hueco de su cuello y respirĂł hondo. Era un aroma acogedor que lo tranquilizĂł. Por supuesto, no estaba cĂłmodo entre sus piernas.
Sin embargo, Jin Hwon intentĂł ignorar su pene erecto. Si haces mĂĄs, no quedarĂĄ ni un solo cuerpo. Ya habĂa sido mordido y succionado hasta el punto de que le dolĂa el trasero.
«Bueno, Âżpuedo al menos usar bragas…?» .â
Dijo Hana, retorciĂ©ndose en sus brazos. Era tan hermosa que hasta el mĂĄs mĂnimo movimiento le hacĂa cosquillas.
âÂżPor quĂ© tienes miedo de que lo vuelva a hacer? No mĂĄs. Solo dormir.»
«Eso no es todo⊠.â
Uno dudó mientras intentaba decir algo. Jin-Hwon tiró de su hombro y miró su pequeño rostro.
«Eso es⊠El semen sigue saliendo… .â
«¿Qué?»
«Porque estå goteando».
Dijo Hana con una expresiĂłn que parecĂa estar a punto de llorar. La estĂșpida expresiĂłn de su rostro era tan idiota que sintiĂł la necesidad de hacerlo parecer un idiota que sĂłlo sabĂa de sexo y dejarlo en casa.
Jin Hwon detuvo sus pensamientos traviesos y colocĂł su mano entre las piernas de Hana.
«¥Q-qué estås haciendo!»
âVeamos si es verdadâ.
No era necesario llegar hasta esa zona. Como dijo Hana, su vagina estaba mojada con el semen que Ă©l habĂa producido. Dijo Jin-Hwon con su caracterĂstica sonrisa malvada.
«¿Te estås corriendo de nuevo?»
âQ-qué⊠.â
âEste es el jugo de tu coño. Âżeh?»
No puedo soportarlo. Jin Hwon se bajĂł los pantalones del pijama como si no tuviera otra opciĂłn. Al verlo meter el pene y frotarlo entre sus muslos, Hana se sintiĂł mortificada de nuevo.
«Eso⊠.â
«SĂ, dime. ÂżQuĂ©?»
âBueno, es semen. No es mĂo… .â
âEntonces, Âżpor quĂ© lo estĂĄs derramando? EmpaquĂ© mucho para ti».
Jin-Hwon la culpĂł con una lĂłgica absurda y levantĂł uno de los muslos de Hana.
«Oh, no⊠» Suspiró.
Mientras frotaba la abertura vaginal hĂșmeda con la punta de su glande, se le escapĂł un gemido. Jin-Hwon se mordiĂł el labio suavemente y tocĂł suavemente sĂłlo la punta del glande.
«Ahh⊠.â
«Puaj⊠Para… .â
âMe tentaste. Quiero que mires mi coño porque estĂĄ mojado».
â⊠⊠.â
El rumor de que era una puta era falso, pero estaba claro que tenĂa boca de puta. Hana agarrĂł el hombro de Jin-Hwon y llorĂł como si se sintiera agraviada.
Pero⊠.
«¿Puedo agregar un poco mås?»
â⊠⊠.â
Hana se mordiĂł el labio y asintiĂł. Cuando viĂł la expresiĂłn de entusiasmo de Jin-Hwon por ella, nunca pudo negarse.
La persona que habĂa amado durante mucho tiempo y que pensaba que estaba tan lejos como una estrella estaba justo frente a ella. Se emociona con ella y la mira con ojos anhelantes. ÂżCĂłmo diablos podrĂa rechazar a esta persona?
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