Cuando Hana salĂa del trabajo, Jin-Hwon, que habĂa estacionado su auto y estaba esperando en el lugar de reuniĂłn cerca del estadio, estaba absorto en su telĂ©fono celular.
Cuando fue al sitio del que Jang Ji-won me hablĂł antes, se desarrollĂł un mundo completamente nuevo. Como un niño que aprendiĂł cosas malas por primera vez, los Ășnicos intereses de Jin-Hwon recientemente eran esas cosas.
CĂłmo seguir con uno mĂĄs, cosas asĂ.
EscuchĂł que habĂa algo como esto. La gente disfrutaba de un sexo mĂĄs diverso y placentero de lo que pensaba.
Jin-Hwon puso todo lo que pudo ver en su carrito de compras. Lo que querĂa probarle a Hana era principalmente ropa interior.
Hay tantos pervertidos en el mundo que habĂa bastante ropa interior de malla que no funcionaba como ropa interior.
Jin-Hwon empacó un montón de ropa interior y combinaciones de diferentes colores y pagó por ellas. La idea de ponérselo a Hana ya hizo que su polla explotara.
Por supuesto, incluso sin esto, se abalanzarĂa hacia ella como un perro en celo con solo verla… .
QuerĂa que Hana, a quien el sexo le resultaba difĂcil a diferencia de mĂ, lo disfrutara un poco mĂĄs. Jin-Hwon buscĂł diligentemente para ver si habĂa ropa interior que pudiera usar.
Una sonrisa apareció en su rostro cuando la imaginé rogåndome que tuviera sexo primero. En ese momento, una persona entró en el oscuro estacionamiento y se acercó al asiento del pasajero.
â⊠¿Has esperado mucho?»
Preguntó Hana tan pronto como subió al auto y se abrochó el cinturón de seguridad. Jin-Hwon sacudió la cabeza y le tendió su teléfono celular.
«¿Qué es esto?»
Cuando mostrĂł los detalles de sus compras, una de sus cejas se frunciĂł.
«Transformación.»
«¿Qué?»
â⊠Arruino a la gente».
Hana murmuró como desesperada. El ceño de Jin-Hwon se frunció. No esperaba elogios, pero esto es una reacción.
âEstĂĄ bien, sabes que te equivocaste, Âżverdad? Entonces entiendes que tienes que asumir la responsabilidad, Âżverdad?â
â⊠⊠.â
Hana cerrĂł la boca. Cosechas lo que siembras.
Era su responsabilidad hacer que un hombre inocente que sĂłlo sabĂa de bĂ©isbol se manchara de placer.
Pero esto es un poco… .
Hana frunció el ceño mientras miraba las bragas de malla.
Estas son bragas, ÂżquĂ© son? ParecĂan bragas, pero la parte importante estaba partida. Fue diseñado para que pudiera insertarse directamente.
Eso no fue todo. ¿Se puede llamar sujetador a un sujetador que no cubre los pezones? Hana se rió y miró la lista. ¿Por qué compró tanto?
Por supuesto, no es que no le gustara el sexo con Ă©l, pero… A veces era demasiado oneroso e irritante.
El sexo con el que Hana soñaba era algo mås afectuoso, cålido y conectado emocionalmente. Pero el sexo con Jin-Hwon era sólo placer.
Jin-Hwon golpeaba su cuerpo con toda su pasiĂłn cada vez, como si estuviera luchando con todas sus fuerzas. Hana tenĂa miedo de acostumbrarse al placer terriblemente fuerte.
âEliges lo que es mĂo y te lo quedasâ.
â⊠No necesito eso».
Jin-Hwon sonriĂł ante la respuesta de Hana. Era lo mismo que Ă©l no necesitaba.
De hecho, Hana deseaba disfrutar mĂĄs del sexo con Ă©l, y el objetivo principal de comprar ropa interior fue la respuesta de Hana.
Cuando pensĂł en Hana luciendo avergonzada en su escasa ropa interior, su yo principal, el travieso Jin-Hwon, sonriĂł con satisfacciĂłn.
El auto de Jin-Hwon saliĂł del estacionamiento. A pesar del tinte oscuro, Hana tenĂa la capucha profundamente bajada por temor a que alguien la viera.
âÂżNo tienes nada de eso? ÂżFetiches?»
Jin-Hwon preguntĂł con una sonrisa si la concurrida ciudad de SeĂșl no estaba sofocante.
Hana miró a Jin-Hwon. Fue mi primer amor y amor no correspondido durante 12 años. Para ella, Jin-Hwon era un fetiche en sà mismo. Pero Hana fingió no saberlo y evitó responder.
«No sé⊠. Nunca habĂa pensado en eso».
âLo busquĂ© y todo parecĂa estar bien. Medias o algo asĂâ.
¿Qué es lo que te disgusta? Primero, se sintió infinitamente culpable por el hecho de haber teñido de lascivia a una persona inocente.
ÂżQuĂ© pasarĂa si esto afectara la temporada? Esa era la mayor preocupaciĂłn. Si eso realmente sucediera, no tendrĂa la confianza para soportar ese peso.
âRealmente no⊠.â
En el momento en que estaba a punto de responder que no habĂa nada en particular, algo se le vino a la cabeza.
«¿Qué?»
PreguntĂł Jin-Hwon, quien notĂł esto con su sensibilidad Ășnica. Hana mantuvo obstinadamente la boca cerrada.
âÂżNo me lo vas a decir? ÂżQuieres tener sexo aquĂ? Hay trĂĄfico».
â⊠⊠.â
Jin Hwon dijo como si lo hiciera si lo hiciera. Hana vacilĂł y abriĂł la boca.
âJusto, cuando estabas en la escuela secundaria⊠.â
«¿Uniforme? Eres basura, tĂșâŠÂ»
Antes de que pudiera terminar de hablar, llegĂł una dura crĂtica. La expresiĂłn de Hana se arrugĂł.
âNo es un uniforme escolar⊠El uniforme de bĂ©isbol que llevabas en aquel entonces».
«Oh, ¿mi uniforme de béisbol de la escuela secundaria?»
â⊠⊠.â
âÂżTirĂ© eso? No sĂ© si estĂĄ en Estados Unidos».
âEs que no dije eso con pensamientos sucios, querĂa verte de nuevo⊠Acabo de decirloâ.
Jin-Hwon asiente ante la excusa de Hana. Hizo un ruido y se riĂł de esas palabras.
âDe todos modos, Âżpor quĂ© no hablas conmigo? Si vas a seguir hablando respetuosamente, Âżpor quĂ© no consideras el contenido del contrato y simplemente me llamas ‘maestro’?»
â⊠⊠.â
Hana tenĂa la necesidad de taparse los oĂdos. De hecho, los dos eran compañeros de secundaria y tenĂan la misma edad, por lo que era apropiado que hablaran informalmente.
Pero se acostumbrĂł, asĂ que tenĂa miedo de usar un lenguaje informal cuando habĂa otras personas cerca.
Si se conoce la relación entre los dos, Jin-Hwon sufrirå un daño que nunca podrå deshacerse.
Por un lado, no querĂa cargar con aĂșn mĂĄs culpa.
âNo seas asĂ, por favor respeta tambiĂ©n a Kim Jin-Hwon. Si haces esto delante de otras personas… .â
«Saben que fuimos compañeros de clase, pero ¿Qué?»
â⊠⊠.â
No tenĂa nada que decir. Hana suspirĂł profundamente. SĂ, sĂłlo tenĂa que tener cuidado. La vida de un pecador era agotadora.
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