No hubo ningĂșn cambio significativo en los sentimientos de Hana hasta que decidiĂł posponer su cita. El problema fue al dĂa siguiente. Hana se sentĂa psicolĂłgicamente mĂĄs ansiosa que de costumbre.
Hoy fue el Ășltimo dĂa de Kim Jin-Hwon en el montĂculo durante el juego de exhibiciĂłn, y desde la mañana han estado llegando artĂculos maliciosos sobre Jin-Hwon.
SĂłlo queda la apertura… SintiĂł que realmente se desmoronarĂa si mostraba un mal desempeño hasta la apertura.
Ademås, el hecho de que canceló su cita ayer también fue uno de los factores que inquietó a Hana.
¿Qué pasa si estås realmente enojado conmigo, qué pasa si estås harto de m� De hecho, probablemente ahora conozcas muy bien a Jin-Hwon. Que ella lo estaba arruinando.
Para empeorar las cosas, estallĂł mi perĂodo. Incluso la lluvia cayĂł del cielo. Hana dejĂł atrĂĄs su ansiedad y se puso a trabajar, agarrĂĄndose el estĂłmago palpitante por el dolor menstrual.
Mi condición empeoró desde el turno de la mañana. Sin embargo, Hana no era del tipo que demuestra que no se encuentra bien. Salió de la oficina con el cuerpo pesado para entregar los datos al cuerpo técnico.
Después de entregar los materiales, Hana se dirigió al final del pasillo para tomar una bebida de la måquina expendedora. Y antes de acercarme a la måquina expendedora, escuché dos voces de mujeres hablando desde la esquina.
âÂżEntonces conociste a Kim Jin-Hwon?â
«oh.»
âVaya, esto es asombroso. «¿Has dormido?»
«eh.»
âEstoy loca, de verdad⊠¿CĂłmo fue?»
«Bueno, he oĂdo que es muy bueno en eso».
Hana dejĂł de caminar hacia la mĂĄquina expendedora y tratĂł de darse la vuelta. No podĂa creer una historia como esa.
âEntonces deja atrĂĄs los rumores de citas. Ahora puedes dejar tu trabajo y casarte».
«¿Estås loca? ¿Qué tipo de aventura de una noche tuviste?»
Hana, con el ceño fruncido, se asomó y observó a las dos mujeres sentadas en las sillas hablando.
Una de ellos era una locutora de cierta emisora que venĂa siempre a informar. Uno tragĂł saliva y saliĂł del lugar sin hacer ruido.
Mi corazĂłn latĂa ansiosamente. ÂżEs verdadero o falso?
Mi mente estaba tan confundida que me resultaba difĂcil tomar decisiones acertadas. Fue aĂșn mĂĄs difĂcil porque, para empezar, estaba psicolĂłgicamente ansioso.
Mientras tanto, mi abdomen inferior palpitaba y me causaba dolor. Hana regresó a su asiento con el ceño fruncido.
âHana, ÂżestĂĄs bien? ÂżQuĂ© tipo de sudor frĂo estĂĄs sudando?»
«Estoy bien⊠.â
Hana dejĂł a un lado las preocupaciones de sus colegas y, estrechando ansiosamente sus manos, buscĂł el nombre de la locutora de antes.
TenĂa miedo de que entretanto estallara un escĂĄndalo.
Pero no apareciĂł ningĂșn artĂculo. pero⊠.
m.XXXX.com>Historia del béisbol
Kim Jin-Hwon y la locutora Inyoung Kim combinan bien.
2020.XX.XX>Si miras de cerca a Kim In-young, Anna y Kim Jin-hwonâŠ
Le llamaron la atenciĂłn algunas publicaciones con tĂ©rminos de bĂșsqueda relacionados.
La parte inferior de mi abdomen se contrajo con inquietud. Me empezĂł a doler el estĂłmago.
Hana recordĂł el momento de anoche cuando Jin-Hwon cancelĂł su cita. ÂżEstaba realmente con esa locutora?
No podrĂa decirlo con seguridad. De todos modos, era como si ya hubiera terminado con ella y no habĂa ninguna razĂłn por la que no pudiera conocer a otra mujer.
No sabĂa si estaba enojado con ella y querĂa conocer a alguien mĂĄs.
A diferencia de ella misma, ella es bonita y los fans dicen que le queda bien.
Hana se sentĂa muy mal.
Una persona llamada Won Hana era alguien que solo causó daño a Kim Jin-Hwon.
â⊠⊠.â
Hana sintiĂł el aire hĂșmedo de la lluvia torrencial y se agarrĂł la parte inferior del abdomen, que palpitaba. Fue un dĂa terrible en muchos sentidos.
Pero hubo algo mĂĄs terrible.
Este fue el resultado del Ășltimo partido de exhibiciĂłn.
Jin-Hwon subiĂł al montĂculo como lanzador abridor y no logrĂł registrar un sencillo en la primera entrada, permitiendo 5 carreras.
Aunque fue un juego de exhibiciĂłn, fue tan malo que nunca podrĂas pensar en Ă©l como el lanzamiento de Jin-Hwon.
Hana se desplomĂł en el acto.
Al regresar a casa despuĂ©s del partido, Hana sintiĂł la necesidad de arrancarse la parte inferior del abdomen, que habĂa estado palpitando todo el dĂa.
Cuando lleguĂ© a casa medio empapado por la lluvia, tenĂa varias llamadas perdidas. Era Jin-Hwon.
Estaba devastada y asustada. Si Jin-Hwon no es capaz de mostrar sus habilidades incluso despuĂ©s de la ceremonia de apertura… .
En ese momento, el teléfono vibró y Jin-Hwon recibió una llamada. Hana contestó el teléfono con voz algo tranquila.
«Hola.»
-Lamento haber cancelado la cita de ayer, de hecho⊠.
«Esta bien.»
-ÂżEstĂĄs loca?
âÂżQuĂ© mĂĄs se puede hacer aparte de enfadarse? Supongamos que no hubo ninguna promesa. SĂłlo llamĂ© por impulso».
-⊠⊠.
âSimplemente fingirĂ© que nunca sucediĂł.»
Hubo silencio por un momento. No mucho después, se escuchó la voz de Jin-Hwon como si estuviera reprimiendo su ira.
-ÂżTe estĂĄs divirtiendo jugando conmigo?
â⊠⊠«Yo nunca he hecho eso.»
-tĂș⊠.
«Colgaré».
Hana cortĂł la llamada y se desplomĂł frente a la puerta principal sin siquiera quitarse la ropa.
TodavĂa tenĂa terribles cĂłlicos menstruales y me dolĂa el estĂłmago, probablemente debido al estrĂ©s al que estuve todo el tiempo. QuizĂĄs porque no habĂa comido nada, no tenĂa energĂa.
Aunque tratĂł de hacerlo bien, sintiĂł que seguĂa desmoronĂĄndose y arruinando todo. Hana se odiaba a sĂ misma por ser estĂșpida.
Y en ese momento, Jin-Hwon todavĂa era el director del estadio.
Después de que terminó el juego, estuvo esperando uno durante mucho tiempo a pesar de que estaba listo para comenzar. Sin embargo, no importa cuåntas llamadas hice, el teléfono no se conectó.
Cuando finalmente se conectĂł la llamada, Jin-Hwon incluso tuvo la ilusiĂłn de que su vida habĂa sido salvada en un momento en el que pensaba que estaba a punto de morir. SintiĂł como si su pecho se liberara debido al alivio. Pero el contenido de la llamada telefĂłnica lo volviĂł a desesperar.
Juegan mucho con la gente.
DespuĂ©s de colgar el telĂ©fono, sus ojos de repente brillaron con locura. Fue un momento en el que la escasa paciencia a la que me habĂa estado aferrando, como si pareciera que fuera a romperse, de repente se rompiĂł.
Jin-Hwon saliĂł del estadio y se fue. EscuchĂł el sonido del parachoques trasero golpeando el pilar de concreto con un ruido sordo, pero no le prestĂ© atenciĂłn. Aunque habĂa rayones en un automĂłvil que valĂa cientos de millones de dĂłlares, a Jin-Hwon no le importaba en absoluto.
Jin-Hwon llegĂł al complejo de apartamentos donde vivĂa Hana, aparcĂł descuidadamente en el estacionamiento subterrĂĄneo y saliĂł del auto. Pudo pasar fĂĄcilmente la puerta de seguridad gracias al repartidor que estaba subiendo.
El repartidor que viajaba con Ă©l en el ascensor mirĂł a Jin-Hwon. Con solo mirarlo, no parecĂan los ojos de una persona normal. QuerĂa hablar con Ă©l porque parecĂa un rostro familiar, pero no podĂa hablar con Ă©l porque sus ojos estaban amargos incluso a primera vista.
El ascensor llegĂł al piso de Hana con un sonido metĂĄlico.
Jin-Hwon caminĂł hacia la puerta principal con largas zancadas. Y empezĂł a tocar el timbre como loco. Al mismo tiempo, se oyĂł un golpe en la puerta principal.
Hana, que estaba sentada frente a la puerta principal, se levantó sorprendida. Cuando revisé el intercomunicador de la sala, vi la cara de Jin Hwon.
Bang Bang Bang.
Mi corazĂłn se llenĂł de ansiedad cuando escuchĂ© un golpe aterrador en la puerta. Si no tuviĂ©ramos cuidado, llegarĂan quejas. Hana abriĂł lentamente la puerta principal con manos temblorosas.
Tan pronto como apareció un espacio estrecho, Jin-Hwon insertó su dedo primero. Fue un movimiento muy arriesgado porque las manos de un lanzador eran casi todas sus posesiones. Y luego usé mucha fuerza para abrir la puerta.
â Sr. Kim Jin-Hwon ⊠.â
Hana, cuyas mejillas estaban llenas de marcas de lĂĄgrimas, se sintiĂł avergonzada al verlo. Jin-Hwon cerrĂł la puerta principal con fuerza y entrĂł a la casa.
âAhora, espera⊠.â
Y luego agarrĂł el hombro avergonzado de Hana e hizo contacto visual.
«Te diviertes mucho jugando en tus manos».
Era una apariencia completamente diferente a la habitual. No era normal. Hana simplemente parpadeaba como si estuviera sobresaltada por una oleada de miedo.
«No importa. Juega con Ă©l o no, haz lo que quieras. Pero es difĂcil hacer cosas como Ă©staâ.
âJin-Hwon⊠.â
Intenté empujarla y enojarme, pero cuando vi la cara asustada de Hana, no pude decir nada. Jin Hwon se tomó un momento para recuperar el aliento y calmar su mente.
«Eh⊠.â
Mientras tanto, Hana empezĂł a llorar tristemente.
«No llores.»
Me equivoqué, no llores. Jin-Hwon le acarició la mejilla con voz suave. Pero las lågrimas no cesaron.
«Eh⊠Yo, te tengo… Lo arruinĂ©. Lo siento. Es tan… Lo lamento… .â
âÂżQuĂ© estĂĄs arruinando? Mierda.»
âIncluso durante la temporada⊠Por mĂ… .â
La mano que acariciaba la mejilla de Hana se detuvo de repente. La punta de mi pulgar estaba frĂa. Jin Hwon la mirĂł a los ojos y preguntĂł. Por alguna razĂłn, habĂa una mirada extraña en sus ojos.
«¿Temporada?»
â⊠⊠.â
Uno simplemente dejĂł de respirar. Hubo un momento de desolado silencio. Hana no pudo decir nada porque tenĂa miedo de la mirada anormal de Jin-Hwon en sus ojos. Se sintiĂł como una presa atrapada sin moverse. No podĂa moverse.
«Asà que es por eso.»
â⊠⊠.â
«Ahhh⊠Su temporada, su temporadaâ.
âJi, Jin-Hwon⊠.â
«Bueno. Sólo te gustaba como jugador».
â⊠¿SĂ?»
Jin Hwon se riĂł impotente, como si supiera que esto sucederĂa. Sus ojos se llenaron de agua y brillaron de locura.
«Es uno.»
â⊠¿Señor Jin-Hwon?
âSoy bueno lanzando la pelota, eso es⊠¿Es tan importante para ti?â
PreguntĂł Jin Hwon en un tono tranquilo pero frĂo. Su corazĂłn latĂa con inquietud ante el tono de voz extrañamente tranquilo. Hana simplemente parpadeĂł como si no entendiera. Los ojos de Jin Hwon se abrieron y comenzĂł a mirar a su alrededor.
«QuĂ© estĂĄs haciendo ahora⊠âÂĄAaaah!â
No hubo tiempo para detenerlo. Tan pronto como Jin Hwon encontrĂł las tijeras en el estante del zapatero, las tomĂł y se cortĂł la parte delantera de su hombro derecho.
Hana estaba tan sorprendida que se tapĂł la boca y lo mirĂł temblando. Palabras no identificables salieron de su boca.
«Oh, no⊠eso es⊠Eso no es todo… .â
«Si nunca mås puedo lanzar una pelota, ¿me mirarås fijamente entonces?»
PreguntĂł Jin-Hwon en tono tranquilo. Sus ojos todavĂa brillaban con locura. Las tijeras que me habĂan lastimado el hombro cayeron al suelo. La sangre fluyĂł de su mano izquierda. SĂłlo entonces Hana recobrĂł el sentido, llorando y agarrĂĄndole el hombro sangrante del pecho.
«Eh⊠¥es una locura⊠! ÂżPor quĂ©, por quĂ© eres asĂ? Por qué⊠.â
«MĂrame.»
«Puaj⊠.â
«Me gustas. Me muero porque te quiero. ¿eh?»
«Hospital⊠RĂĄpidamente, desde el hospital⊠Puaj⊠.â
Jin Hwon confesĂł con voz seria y besĂł la mejilla llorando de Hana.
âPor favor, dime que te gusto, por favor⊠a mĂ⊠.â
LĂĄgrimas frĂas brotaron de sus ojos, cuyas pupilas estaban borrosas. Hana lo agarrĂł y le suplicĂł. âPor favor, vayamos primero al hospitalâ. Pero Jin-Hwon sĂłlo murmurĂł lo que querĂa decir.
âPor favor, dime que te gusto, por favor. Quiero que te guste otra vez.â
«Me equivoqué⊠¿eh? ⊠AsĂ que por favor⊠HarĂ© lo que quieras… Vayamos primero al hospital… Puaj⊠.â
La respiraciĂłn de Hana, que habĂa estado sollozando y suplicando todo el tiempo, se hizo cada vez mĂĄs rĂĄpida. Jin-Hwon sintiĂł algo extraño y mirĂł a Hana.
«¥Hana, Hana!»
â⊠⊠.â
Al final, sosteniendo a Hana, que se habĂa desmayado, Jin Hwon se dirigiĂł al hospital. La lluvia seguĂa cayendo del cielo.
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