Una luna azul plateada colgaba en el claro cielo nocturno sobre el castillo cuando Iris se bajo del carruaje. El vestíbulo de la entrada se llenó de asistentes al baile, saludándose.
-Oh, ¿pasa algo Iris?- Leticia se volvió para preguntar. Ella y Matthias estaban por delante de Iris.
Como era de esperar, su hermana mayor atrajo las miradas de los caballeros con sus mejores galas de noche, incluso más de lo habitual.
-Nada, Leticia-.
Iris estaba vestida con un lujoso vestido rosa bebé que le colgaba de los hombros. Tenía muchos volantes y cintas. Su cabello estaba decorado con pequeñas rosas a juego.
Una joven soltera de Berghausen vestía pasteles para realzar la belleza.
Iris pensó que no le sentaba bien.
Pero Iris estaba aquí para hacer lo que fuera necesario, por todos los medios necesarios.
-Iris, ¿por qué no vas al salón?-
-Tengo algo que hacer de antemano. Ambos pueden seguir adelante-.
-¿Es eso así? Entonces, nos veremos más tarde-.
Leticia se volvió hacia su esposo y le dedicó una sonrisa de adoración.
Matthias se volvió hacia Iris mientras avanzaban,
-Haz tu mejor esfuerzo, Iris-. Le habló con la boca.
Aunque, él no había hablado, ella lo entendió.
Ella asintió con la cabeza y respiró hondo. Se volvió y caminó detrás de un gran pilar en una esquina del pasillo.
Escondida en un bolsillo secreto de su vestido, había una pequeña botella. La linda botella transparente tenía bolas rosas dentro. Esta era la poción de amor.
…
-Matthias, ¿esto es real?-
Había estado preocupada toda la noche por eso. Ella arrinconó a su cuñado cuando Leticia no estaba.
-Sí, es real. Es una poderosa poción de amor que puede manipular el cuerpo y la mente-.
-De ninguna manera…- no había forma de que tal cosa pudiera existir en este mundo.
Matthias miró el rostro dudoso de Iris y dijo con seriedad:
-Lo mande a hacer especialmente por un alquimista confiable. Creo que el efecto es cierto. Y me han dicho que no habría efectos secundarios-.
A pesar de lo que dijo Matthias, manipular el corazón de una persona no es más que daño. Aunque no hay peligro para la vida del destinatario, sigue siendo contrario a su ética.
No obstante, preguntó: -¿Cuánto tiempo dura el efecto?-
-Toda una vida. Eternidad.-
-¿Eh…?-
Matthias le dio a Iris una sonrisa indescifrable,
-Entonces, debes darle esto a tu prometido mientras te mira, y el hombre será para siempre tuyo-.
Una explicación tan fácil y simple hizo que Iris tragara saliva.
Ella no podía creerlo.
Ella todavía pensaba que no debería haber nada como esto en el mundo. Pero si la poción de amor fuera real…
-Haz que se lo beba y que seas la primera persona a la que vea después…-
Iris se preguntó si realmente le habían afectado las palabras casuales de Leticia. ¿Realmente podría casarse con alguien y vivir una vida pacífica todos los días? La tentación, dulce como el azúcar, se apoderó de su cerebro. Aunque, lógicamente, sabía que no podía ser posible, quería probar esta dulce poción de amor.
Cuando no se oyeron palabras de rechazo por parte de Iris, quien miró la botella, preguntó
-¿De verdad te sientes feliz como estas ahora, Iris?- Preguntó Matthias
-¿Eh…?-
-No creo que tengas que casarte si no quieres. Tienes la herencia de tus padres y tu trabajo de encaje. Incluso si no tuvieras esas cosas, seguiré cuidando de ti-.
-Matthias-…-
Era la primera vez que le decía algo así. Iris siempre había pensado que él tenía las mismas ideas que Leticia, fue bastante inesperado.
Matthias le dio a Iris una pequeña sonrisa mientras continuaba, -Pero Letty no es así-.
Iris cerró la boca y frunció el ceño.
-Letty cree que el matrimonio trae felicidad. A Letty le resulta difícil comprender tu felicidad-.
Iris permaneció en silencio,
-Letty está muy decidida esta vez; quiere encontrarte marido esta noche-.
Ella lo fulminó con la mirada; -¿No fue eso por la cooperación de Matthias?-
Matthias vió la mirada de reproche de Iris y dijo: -Incluso si no cooperaba, ella lo haría-.
Iris gimió.
Leticia sintió que le tocaba a ella elegir antes de que dejaran a Iris en el estante.
Iris no pudo encontrar nada que decir.
Matthias rodeó a su cuñada con el brazo y la abrazó.
-Intenta calcular las opciones.-
-¿Calcular las opciones…?-
-¿Continuarás mucho tiempo esta impotente disputa con Letty? ¿O le darás a un hombre de tu elección esta poción de amor? ¿Cuál crees que es la opción más pacífica?-
Con una suave sonrisa, Matthias señaló la cruel elección que tenía que hacer. Debe ser porque era muy tajante que había podido escalar hasta el asistente personal del Rey a pesar de su juventud.
Iris se preocupó por un tiempo y tomó una decisión.
-Entiendo. Matthias, ¿podrías mostrarme la lista de caballeros que escribiste para Leticia?-
-Por supuesto. ¿Quiere que le diga también al hombre que recomendaría?- Matthias obedeció con una sonrisa astuta.
-Rezaré por tu éxito, Iris- él dijo.
-…
Incluso con esta pócima de amor, el cariño obtenido no sería real. Iris no creía que esto la haría feliz. Pero quería un futuro en el que pudiera hacer su encaje sin que la molestaran, sin tener que contestar las hirientes palabras de Leticia. Viviría con el corazón tranquilo por el resto de su vida.
Un pacífico día a día donde no la ridiculizaran, con un esposo cuyo corazón ha sido convenientemente manipulado por una poción de amor… Iris lo quería.
Pensó que era un plan terrible, era plenamente consciente de que iba en contra de su ética. Pero ella todavía iba a seguir adelante con eso. Estaba herida y agotada.
-Lo siento…- dijo las palabras de disculpa a su objetivo previsto y volvió a guardar la botella en su bolsillo.
Ella cuadró los hombros, estiró la espalda recta, levantó la barbilla y se dirigió hacia el salón de baile.
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