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No recordaba bien cómo había vuelto a mi habitación. Me pareció oír los gritos de los sacerdotes delante de la puerta, pero crucé y cerré todas las puertas, ignorando sus gritos. Así nadie podría entrar. Y yo tampoco podría salir.
Cuando cerré todas las puertas sin parar, el calor que apenas había presionado en mi interior resurgió con fuerza. Todo mi cuerpo tembló hasta el punto que escuché el sonido de mis dientes castañear. Entonces el viento pasó por mi frente, y cuando giré la cabeza hacia la cama, vi a un hombre de pie frente a la ventana. Un hombre con el pelo rojo de pie contra el cielo oscuro. Una persona a la que no le preocupa lo más mínimo si las puertas están bien cerradas y llega hasta donde yo estoy.
«…Aslan».
Me acerqué con mucho esfuerzo, llamándolo por su nombre. Ahora mi cuerpo está en el límite. Pude ver a Aslan sonriendo mientras se quedaba sin aliento. Inmediatamente se acercó a mí y me abrazó acostada en la cama.
«No esperaba que estuvieras esperándome tan ansiosa».
Él, con una expresión de alegría en su rostro, me abrazó. Fijé mi mirada en él, mientras me lamía el cuello. Pronto, una lengua con un calor diferente al había sentido antes se movió en mi boca. La acepté como si la hubiera esperado. Nuestras lenguas se entrelazaron haciendo un sonido lascivo.
Me pareció que al fin podría abrazar a alguien, así que mordí y lamí a Aslan como una loca. Mis manos sujetaron su cabeza con más fuerza. Ahora, él me codiciaría como la última vez. No, con más intensidad.
En el momento en el que me aferré a él, pensé: hoy tendré una noche interminable de caricias y abrazos por parte de tu cuerpo caliente.
«¡Ayy!»
De repente, sentí un dolor como si me mordieran el labio inferior. En cuanto miré la cara de Aslan, escuché una voz terriblemente baja.
«…Pero ¿por qué hueles a otro hombre?»
Los ojos rojos de Aslan brillaron con una ira que haría que alguien muriera inmediatamente.
Cuando el sabor de la sangre se extendió por mi boca, mi vista cambió. Tuve que enfrentarme de nuevo a sus ojos rojos antes de sentir el colchón de la cama en mi espalda. Sus ojos inyectados en sangre me miraban fijamente.
¡Uy!
El aire frío tocó mi pecho junto con el sonido de la tela al desgarrarse. Observé sus movimientos bruscos, sin siquiera pensar en cubrir mi pecho expuesto. Una mano grande y gruesa me agarró el pecho. Aslan movió lentamente su mano, y un pezón sobresalía entre sus largos dedos.
«Oh….»
Mi mandíbula comenzó a temblar debido a una sensación diferente a la de hace un tiempo. Fue un movimiento muy lento y suave. No pude evitar estremecerme, pero no pude hacer nada ante sus acciones. Era una caricia cercana, pero el miedo extremo me devoraba por dentro.
Esta era la tranquilidad antes de que estallara la ira extrema.
«Qué clase de perra…»
Con ese murmullo, le dio fuerza a la mano que tenía en mi pecho. La carne suave y blanda se deformaba fuertemente entre sus manos.
» Ay, me duele… »
Me sorprendí tanto por su agarre que él pensó que lo estaba alejando, pero entre más lo hacía, más se fortalecía su agarre al sostener mi pecho.
«¡Oh! ¡Ah! ¡Ah!»
Sin duda sentía dolor, pero mi boca gemía por el calor. Entonces la cara de Aslan se distorsionó aún más. Su rostro se hundió en mis senos. En el momento en que pensé que era su lengua húmeda la que me había tocado, sus dientes afilados mordieron la punta de mi seno con tanta intensidad.
«¡Ayy!»
Intenté aferrarme a su cabeza, debido al dolor intenso, pero el cuerpo de Aslan no se movió. Se detuvo como si se sintiera ofendido porque estaba tratando de empujarlo hacia abajo. La piel sensible era más dolorosa que la sensación de ser mordida por su dientes.
«¡Ahhhhhhh!»
El dolor que sentía en mi pezón ahora se estaba transformando en placer. Entre más atormentaba mi cuerpo sin piedad, mayor y más ardiente era el placer que florecía en mi cabeza. Luego enterró su cara en mi otro seno, para ser justo. Cuando miré el seno, que hasta hace poco había sido mordido por su boca, pude ver como el pezón, acosado por marcas rojas, se hinchaba sobre mi piel blanca.
Sentí que ahora mordería mi otro seno. Cerré los ojos con fuerza anticipando el mismo dolor, pero no llegó.
«Ah ah….»
La violencia del pasado, ahora fue reemplazada por una lengua amable y suave, como si lo que hubiera sucedido antes fuera una mentira. Al mismo tiempo, sus manos sujetaron la punta de mi otro seno hinchado. Luego puso la parte más sensible entre sus dedos y la movió suavemente como si estuviera acariciando a un niño.
Un leve dolor surgió de la parte donde tocó. Mientras jadeaba debido a la sensación de dolor o picazón, él tomó mi pecho otra vez, como un pequeño castigo.
«¡Ah…!»
Como si algo saliera de mis senos, siguió lamiendo y chupando mis pezones, como si estuviera hambriento y encontrara leche. Pronto, sentí que volvía a introducir mi pezón en su boca, y ahora lo mordía y lo apretaba.
«Ajá. Detente…»
Agarré su cabeza con ambas manos. Entonces abrió su boca y miró hacia arriba. Sus labios se veían brillantes por la saliva. Pude ver cómo levantaba sus labios maliciosamente.
«Él no lamió ese lugar».
Acarició ligeramente mis senos, como diciéndome que lo había hecho bien. De repente, me sentí avergonzada por su movimiento, porque parecía que estaba calmando un niño. Traté de cubrirme el pecho con las manos, pero de que pudiera hacerlo. Aslan me agarró la muñeca y la puso contra la cama.
«Pero es mejor que me asegure de revisar otros lugares también».
Su respiración cara a cara me erizó el vello. Los ojos de la bestia, llenos de rabia, me recorrieron.
Sus ojos, recorrieron mi cuerpo, desde mis ojos hasta mis labios, pasando por mi cuello y mi pecho, y se detuvieron entre mis piernas. Mi mirada siguió la suya. Puede ver como su parte inferior, se había levantado, hinchada visiblemente en la oscuridad.
Tragué.
Tragué mi saliva al ver su pene. El desgarró mi ropa de inmediato. Mi deseo, que había sido reprimido brevemente por su atroz espíritu, volvió a dominarme.
‘Lo necesito’.
El deseo que sentí por Latban, antes de su llegada, ahora se dirigía a Aslan. En mi cabeza, imaginé lo que más deseaba en este momento. En un instante, su muy excitado pene, se clavará con fuerza dentro de mí.
Y por mucho que llore y suplique, él seguiría penetrándome hasta que estuviera satisfecho. Y debajo de él gemiría como un bestia y movería mis caderas como si quisiera más.
La imaginación obscena y vulgar llenó mi cabeza. Al mismo tiempo, pude sentir que el líquido fluía de nuevo. No podía soportarlo más. Quería que él me arruinara rápidamente. Necesitaba su pene. No, necesitaba a un hombre que me penetrara constantemente como él decía.
Estiré mi mano y agarré su cintura. Sentí que sus músculos rígidos y flexibles se estremecieron en el momento en que mis dedos los tocaron.
«Ah….»
Con un suspiro perezoso, acaricié su cintura. Su cuerpo se puso rígido bajo mi mano, inmóvil como una piedra. Estiré más los brazos y rodeé su cintura. Sostuve su cuerpo entre mis brazos.
El gran peso que cubría mi cuerpo. Y su pene grueso y caliente tocó mi vientre bajo. Se despojó de su ropa desnuda y entrecerró los ojos. Me arrepentí, así que me deslicé hacia abajo y froté el suyo con mi estómago. Quería sentirlo todo.
«¡Haa! ¡Haa!»
Al mover mi cuerpo, un gemido áspero salió de su boca. Me acerqué a él con más atrevimiento debido a su respuesta. Deslizándose por su cintura, abrí mis piernas para que pudiera entrar rápidamente.
«Aslan… rápido… Vamos, vamos, hazlo por mí….»
El calor dentro de mi cuerpo parecía estar quemando mi cerebro. Sentía que me iba a quemar con el estimulante aliento que fluía por mi boca seca. Aslan se levantó. Sonreí lánguidamente al verlo. Ahora me penetrará. Ya lo imaginaba.
«Aslan…»
Pero él soltó mi muñeca, se levantó y se puso debajo de mí. Luego me agarró por el tobillo.
«¿Qué…?»
«Ábrelas».
Oí una voz turbia. Su voz sonaba como si estuviera masticando cada palabra.
La parte con Aslan son 15 páginas…. esto fueron 4
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