Me recuestas sobre el suelo. Tus ojos cuan gubias cincelan los contornos de mi desnudez, moldean mis valles y cimas, miden mis curvas y hondonadas… Me observas, me escrutas, me penetras… Y bajo esa mirada que me arrastra al vértigo, me estremezco más, cada átomo enlazado de mi cuerpo pulsa, late, tiembla y vibra expectante, como un cosmos que se expande, big ban de puro deseo… Te alzas a los lados de mis caderas como coloso de rodas, todo poder, controlando tu mundo, controlando mi mundo… tanto que yo ni siquiera puedo dominar mi cuerpo que se arquea hacia ti como si fueras un imán que lo atrae. Y se separan mis labios dejando brotar un gemido, cuando siento que te arrodillas, apresando mi cuerpo entre tus muslos… Siento tu peso, tu presión en mi vientre y tu calor en mis entrañas…y en la hondonada entre mis pechos se abre camino tu sexo, provocador, desafiante, se mueve con un leve balanceo que me hipnotiza, las paredes de mi boca exudan sensaciones deseando apresarlo, la lengua expande la saliva dulce sobre los labios entreabiertos, quiero encerrar la sedosa corona entre mis labios… más… todo mi cuerpo quiere apresarlo, cazarlo, poseerlo… y tan solo mis pechos lo tienen al alcance.
Mis manos se acercan a mis senos, los empujan suavemente hasta cerciorarse que capturan entre ellas el preciado falo, lo rozan, lo acarician, lo oprimen… y comienzas la danza, un baile sensual donde tu marcas el ritmo, abriéndote camino entre mis tetas, excitado, caliente, la carne tensa y dura que me traspasa, mis pechos encerrándolo como en una vaina se ponen duros, los pezones pugnan por abrirse, deseando que algo los haga estallar como una burbuja, la lengua juguetona se lanza desesperada a su encuentro, toca la puntita de tu glande y gimes pero te escapas en tu movimiento de vaivén, me estoy humedeciendo, lo siento entre mis muslos… En tu capullo se forma una gota de rocío, quiero lamerlo, saborearlo, sorberlo y me afano en conseguirlo, me estiro abriendo mi boca y sobre mi lengua aterriza tu glande sonrosado, lo rodeo con los labios como en una emboscada,robando en un instante la gema que asoma en su punta… y vuelves a huir emitiendo gemidos, bufando como un toro, mientras relamo mis labios paladeando el néctar que me has dejado… y me acerco más… deseando más… mendigando con mi lengua, lamiéndote cada vez que empujas firme y fuerte entre mis pechos, taladrando el espacio hasta llegar a mi boca, aproximándote y escapándote del deseo que arde en mis labios. Mis pechos crecidos, enrojecidos envolviéndote, en sus cimas, los pezones encendidos Tus nalgas rozando mi vientre, presionándome, transmitiéndome tu calor que penetra serpenteando hasta mi vagina que rezuma por su boca tu fuego y mis jugos… intento enredar mis muslos sobre la vulva, oprimiendo mi deseo, cuando tu movimiento cambia a un «tempo vivace», envistiendo apresurado hacia mi cara, apretándote a mi hasta el tope de mis pechos, hundiendo tus huevos entre ellos, intentando perforar su resistencia hasta alcanzar mi boca que te busca ansiosa y desesperada, a veces lo atrapa, lo succiona y… lo pierde. El ahínco de mi lengua dando lametazos descontrolados, te roza, te envuelve, te acaricia, te agasaja y… te escurres… para luego regresar más férreo, pétreo y sólido… y vuelvo a buscarte con fervor estirándome al limite, apretando mis pechos tan enrojecidos como tu capullo que me duelen de tanta fricción, la lengua acariciando el frenillo, mi boca golosa chupando tu glande, humedeciéndolo, atrapando su corona con los labios, rozando su deslizante punta con la lengua, buscando la salida… quiero sorber, absorber, beberte… porque estas al limite…!si!, y llegas fiero, salvaje… y gritas, bramas y ruges… para quedarte ahí… vertiendo en mi cara tu leche calida a borbotones… y con tus últimos gemidos te desplomas a mi lado.
***
Abro la llave del agua caliente, tan caliente como yo misma en este momento, me gusta sentirla tan caliente como pueda… cada gota, cada chorro de agua recorriendo mi piel, son como muchas manos tratando de acariciarme.
Comienzo a tocarme, delicadamente, me pellizco los pezones, dejando salir pequeños gemidos de mi boca.
Estoy pensando en ti, el deseo me envuelve, dando paso, a una pasión desmesurada, mis manos vuelan por mi piel, van paseando cogida de tu mano. Entonces, dejo mi mente volar, recuerdo tus besos y los momentos vividos junto a ti, pensando en lo que podríamos hacer juntos, en este insaciable deseo…
Me volteo de frente a la ducha dejando que el agua caliente recorra mi ser, comienzo a abrirme los labios, me gusta sentir el agua recorriendo mi clítoris y después hago círculos en el, cada vez mas rápido, cada vez mas fuerte… me detengo un poco, no quiero terminar aun.
Quiero más, quiero sentir que estas en mi, que juegas conmigo, como lo harás cuando estemos juntos. Te pienso besándome, lamiéndome, llenandome de suavidad y placer, como me tocarías haciéndome temblar.
Ahora me pongo de espalda al agua que baja por mi cabeza pegandome el pelo a la cara y reflexiono una vez más ¿Esta realmente bien lo que estoy haciendo? No, no quiero que tan solo sea una fantasía, no quiero satisfacer mis ganas así, quiero que tú estes aqui, quiero que tú estes en mi…
***
Mi cuerpo sentado sobre el tuyo, mientras intento apoyar mis brazos en ese minúsculo espacio que queda entre tus piernas….cabalgo despacio, saboreando cada movimiento, cada susurro de nuestros cuerpos. Quiero sentirte dentro. Muy dentro. Y sé que me sobra tiempo. Me he colado descaradamente en tus sueños para saborear tu piel.
Duermes. Me encanta rozar cada centímetro de tu cuerpo sin ser vista. Sin ser oída. Con delicadeza o con arrogancia, con sensualidad o con ternura. Jugar al escondite entre tus sábanas. Te excito. Me excita. Tu cama es mi Edén, convierto tus sueños más ardientes en mis más libidinosos deseos…..
Y desaparezco, tan pronto como el primer rayo de sol alcanza tu ventana… dejando tu cuerpo dolorido de placer…. Tal vez vuelva…
***
Y estábamos ahí los dos solos en la habitación después de tanto tiempo, después de mucho tiempo, siempre soñamos con ese día…tras cerrar la puerta mi mente se llenó de tantas fantasías, mi cuerpo estaba sensible, mucho diría yo y pude darme cuenta que lo deseaba tanto o más que él a mí aún sin ni siquiera tocarme con su sola mirada yo ya estaba mojada, mi piel pedía sus manos quería como perrita callejera que me llene de cariño, de besos, de caricias, sentir sus manos, su boca en cada centímetro de mi piel… fue así como él después de estudiarme como quien estudia para su examen de grado se acercó a mí yo estaba ahí parada junto a la puerta, parada mirando sus manos, sus labios sabía que me hablaba pues me fijaba mucho en sus labios pero no lograba entender lo que me decía todo mi cuerpo, mi mente, mi ser estaba concentrado en él en sus manos, en su cuerpo, en su piel…
Como un viento suave que acaricia y aviva el verano ardiente de mi piel sus labios empezaron a acariciarme su lengua me recorría por todo el cuello con calma, con fuerza, como queriendo dejar su huella en cada paso, como asentando su pertenencia en cada poro de mi piel, poco a poco sentía como mi piel lo pedía a gritos iba muy lento, despacio, como jugando con mis deseos, como queriendo que sea yo quien le ruegue que me haga suya, las ropas ya me estorbaban al bajar la vista pude ver su miembro tieso, imponente, como tratando de traspasar el pantalón que llevaba quise bajar mis manos hacia él, pero me cogió las manos y me las puso contra la pared uniendo mis muñecas encima de mi cabeza y con la otra empezaba a desabrocharme la blusa, abriéndose paso con los labios, con la lengua llegó a mis senos sin decir palabra los empezó a lamer, besar, morder, suave, dulce, cuando ya no podía más de tanta excitación me dio la vuelta ahí estaba de espaldas a él totalmente dominada, esclava de su voluntad no quería escapar y no me permitía hacerlo, recorrió toda mi espalda con sus dedos, con sus labios, de vez en cuando soplaba dulcemente después de besar lo que me provocaba una sensación de relax ante tanta excitación… volviéndome nuevamente a él sus manos bajaron hacia mí y empezó a tocar mi sexo, suave, cual artesano hace sus piezas más finas despacio, profundo, sus movimientos eran de experto ya no contenía más mi quietud y me aferre a sus brazos tratando de separar su mano de mí, pues no podía soportar tanto placer, sentía que mis piernas temblaban y que no resistiría más a lo que él con mucha más fuerza retomaba su labor más fuerte, más constante, más experta… después de rogarle que parara pues creí desfallecer me llevó hasta la cama que aún nos esperaba lista, limpia, cómplice con un gesto dulce me invitó a sentarme y yo que ya estaba para esto muy cómoda y nada tímida lo detuve en el borde de la cama y empecé a cogerle su miembro que a pesar de la ropa que aún llevaba puesto se podía sentir cómo latía, cómo quemaba… quiso detenerme y con un gesto suave pero firme me negué ahora me tocaba a mí hacerle sentir lo que yo había sentido llevarlo a lo más alto del clímax y placer sexual ….
***
Abrí la ducha y dejé caer el agua con la mayor presión que había, me metí debajo y me sentí en una nube, por primera vez me dí cuenta que ahí estaba él, que por fin estábamos juntos, que estaba desnudo delante de mi, como tantas veces había soñado, me miró y sonrió con la cara mas dulce que jamás había visto, me sentí tan especial que creí estar soñando, se acerco a mi cuerpo mojado, me acarició la espalda, el cuello , me rozó mis pechos sobres los que caía el agua, los acariciaba, les pasaba su lengua y yo me excitaba cada vez más, acariciaba su pecho y me encantaba su piel, el tacto de su piel mojada, busqué su lengua, su boca, quería morderla, jugar con ella y que aquello no se acabara nunca, comenzó a acariciar mi sexo, yo baje la mano hasta su sexo estaba muy duro y grande , lo comence a acariciar, primero muy despacio, pero note que ya estaba muy excitado me agaché y le pasé mi lengua por todo su sexo, comence a lamerlo a meterlo en mi boca, mis labios lo devoraban, me encantaba oirlo, sus gemidos me excitaban mucho .
Me incorporé y nos abrazamos muy fuerte intentando ser uno solo, el agua caliente nos caía sobre nuestras cabezas,me agarré a su cuello y él como si supiera justo lo que quería me agarro fuerte por las caderas y me llevo contra los azulejos fríos lo que hizo que un escalofrío recorriera mi cuerpo, comenzamos de nuevo a abrazarnos, a besarnos, su cuerpo mojado rozaba con el mio, mis pezones aun estaban duros y rozaban con los suyos excitandome, no era yo sola la que lo sentía, notecomo su sexo rozaba el mío, lo acercaba al mio y lo rozaba con el, mientras sus manos me acariciaban, me mordió los labios y yo hice lo mismo con su lengua. Su sexo entro decidido en mi, tan fuerte y duro que me hizo soltar un gemido,me abrace a su cuello aún con mas fuerza y mis uñas sin querer se clavaron en su espalda, aquello junto con mis gemidos por tanto placer le excitó muchísimo, me giró y me puso de espaldas a él, acariciaba mis pechos, me mordía el cuello, acariciaba mi sexo buscando mi clitoris, y entró de nuevo en mi,entraba cada vez con más fuerza, con más pasión, sentí sus fuertes brazos como me sujetaban las caderas, como las acercaba a mi buscando darme aun mas placer, sentia como su sexo entraba y salía de mi, me volvió a girar,me tenía frente a él y volvio a entrar en mi, con tanta pasión que creí enloquecer, al oir sus gemidos de placer sentí que habia llegado y supe que para él tambien habia sido increible.
***
Solo tú y yo, bajo la lluvia abrazados…
El agua cae sobre nuestros cuerpos y hace presión en nuestras ropas, que pesan más, pero yo no siento nada, me siento ligera porque sé que estamos volando, o como si lo estuvieramos.
Tus manos empiezan a recorrer mi espalda… escribes algo ¿qué escribes? no te pregunto, me besas, no me respondes, porque todo está dicho. Siento tus labios, aprietas los míos suavemente, mi lengua los busca, tus manos siguen trepando por mi espalda, me muerdes los labios, lamo tu lengua, quiero ahogarme en esta lluvia, quiero verte desnudo… y deslizo tu camiseta hasta que desaparece de mi vista, la primera gota de lluvia que se atreve a posarse sobre tu hombro… la recojo con mi boca, aunque no tengo sed, y aunque tengo calor, no es el mío, es el que tú desprendes.
Quieres verme desnuda, pero no lo dices, me quito la blusa, pones tu mano en mi vientre y la deslizas… gimo porque sé dónde va y porque siento tu pulso acelerado en mi pecho, mis pezones graban palabras prohibidas en tu piel y siento tu mano cuando llega a su destino, estoy mojada… no es de la lluvia.
-Échate en el suelo -un susurro que retumba en mi cabeza. Descendemos a la vez sin que tu mano deje de moverse bajo mi falda, mis gemidos son los testigos y mi mano busca impaciente bajo tu pantalón, agarro tu sexo con mi mano y la acaricio… la expresión de tu cara cambia, me gusta más así y sigo acariciando, sacas tu mano de mi falda… mis piernas están abiertas… pálidas.
-Tomame… por favor – un susurro que retumba en tu cabeza.
Me das a lamer tus dedos, estoy seria, colocas una mano en el suelo junto a mi pecho… se hunde en un charco, retiras la otra de entre mis labios y me agarras el muslo, tiro de tu pantalón y bajas tus caderas… mírame a los ojos. Mis uñas se agarran a tu espalda y comienzo a sentir ese calor… esa dureza… mi cabeza se arquea hacia atrás, demasiado despacio, no tengas paciencia, no es el momento. Una oleada de calor sube por mi vientre hasta mi cabeza y luego vuelve a bajar hasta mis pies… ahhhh.
Empiezas a moverte, me estremezco… jadeas, nos frotamos como si quisieramos crear la primera llama de fuego en la tierra… sigue así hasta que sólo seamos uno.
Me meto en la cama y apago la luz… hoy he decidido que mi sueño no va a ser erótico.
Atrás | Otras | Menú | Siguiente |