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LPDLD – Capitulo 01 (Parte 2)

13/03/2021

 

“Ahora, ¡Vamos todos!” gritó Arthur a sus compañeros mientras corría por el barro usando solo sus pantaloncillos.

Su apariencia captó la atención de todos dando una impresión erótica, casi de leyenda. Incluso con su cuerpo cubierto de barro era posible notar lo bien que lucía. Esto al parecer también fue notado por todas las mujeres presentes, quienes miraban fijamente su salvaje apariencia. Arthur agarró la bola de cuero con una sola mano mientras continuaba corriendo.

“Guau”

El público estaba expectante y gritaba entusiastamente al mismo tiempo. Los jugadores del equipo contrario intentaban darle alcance pero Arthur era rápido. Rápidamente ridiculizó a los defensores y atacantes mientras continuaba corriendo hacia la red del equipo contrario. El barro salpicaba en todas direcciones mientras intentaban darle alcance pero él parecía disfrutarlo. Tanto él como los nobles presentes parecían sonreír y disfrutar mucho el juego.

Al anotar un nuevo punto tanto Arthur como sus caballeros se sacaron sus chaquetas quedando al descubierto como verdaderas estatuas vivientes, mostrando grandes movimientos mientras gritaban todos juntos:

“¡Victoria!”

Cuando el capitán de los caballeros Harness, quien estaba actuando de referee en esa oportunidad anunció la victoria del equipo liderado por Arthur todos se levantaron y aplaudieron alegremente. Roxyna volvió a cubrir su rostro con su sombrero mientras intentaba retirarse del lugar. Arthur seguramente iría a lavarse su cuerpo cubierto de barro así que podría entregarle el divorcio de una buena vez y solicitar el salario atrasado de Giera así como también, solicitar dinero a sus expensas para vivir mientras los trámites se llevaban a cabo.

Las barracas estaban bastante alejadas del estadio. Camino hacia la barraca más grande y escucho las risas de Arthur desde el interior. El, quien no la vio entrar, estaba junto a sus compañeros limpiándose el barro de su rostro con una toalla en el exterior. Todos reían llenos de emoción, embriagados por la victoria. Dando una nueva muestra de fuerza se dedicó a empujar a sus compañeros simulando el movimiento que los llevó a la gloria. En aquel lugar lleno de hombres musculosos y casi desnudos, Roxyna miraba a Arthur mientras apretaba con fuerza su vestido.

Arthur… 

Roxyna mordió sus labios. Su mano fue a dar a su pecho, estaba lo suficientemente nerviosa como para que su corazón diera pequeños saltos. No sabía como llamarlo o como dirigirse a él, intentó acercarse un par de veces pero los nervios la dominaron.

Uno de los caballeros la vio caminar al interior de la barraca y la saludó efusivamente:

“Buenos días Duquesa”

Los demás se dieron cuenta de su presencia e hicieron una reverencia para luego mirar a Arthur. Su expresión cambió bruscamente al mirarla, su sonrisa desapareció de su rostro mientras levantaba una ceja y le preguntaba:

“¿Qué ocurre?”

Su voz era tan arrogante como su expresión. Maleducadamente le preguntó cuál era el motivo de su visita sin prestarle atención a sus compañeros. Roxyna se acercó a Arthur y le dijo:

“Debemos hablar en privado”

Al entrar ambos a las barracas él comenzó a limpiar su cuerpo con un balde de agua y una toalla húmeda. Sus músculos se movían firmemente a medida que movía su cuerpo. Ella respiró profundamente. Su ancha espalda musculosa, su pequeño pero hinchado trasero y el grosor de sus piernas hizo que su rostro se sonrojara. Arthur dijo en ese momento:

“Sin el acuerdo de divorcio firmado, nosotros…”

“He traído el acuerdo”

Le entregó el documento en sus manos. El tomó el papel y lo revisó por unos segundos para luego dejarlo sobre la mesa para luego quitarse los pantalones. Su miembro colgaba visiblemente, ella respiró profundamente. ¿Acaso siempre había sido así de grueso y largo?, se preguntó.

Las memorias y las sensaciones comenzaron a fluir por su cuerpo haciéndola sonrojarse aun mas. Era una extraña sensación el sentir un cosquilleo en su vagina incluso al ya no tener una relación cercana como había sido tiempo atrás. El caminó hacia Roxyna, quien se veía avergonzada. Después de limpiar su cuerpo coloco la toalla alrededor de su cuello.

Su cuerpo muy bien moldeado, su fuerte pecho y sus abdominales marcados como una armadura de acero… ¡De verdad estaba muy bien entrenado!. Su mente aún estaba confundida al ver su cuerpo desnudo. Su acento varonil la sacó de su estupor por algunos instantes.

“¿Acaso no dijiste que no aceptarías el divorcio?”

Ella aún estaba fascinada pero decidió bajar su cabeza para evitar verlo. Tomó aire profundamente mientras miraba sus zapatos embarrados, sintiendo como el coraje de momentos atrás iba desapareciendo.

“Elegí aceptar el divorcio ya que no tenía más fuerza para seguir posponiéndolo… He pensado durante seis meses y creo que ya ha sido suficiente”.

Arthur sacó el anillo del documento con un gesto arrogante mientras lo observaba. Ella le dijo:

“No necesitaré el anillo si he decidido divorciarme. Puedes guardarlo hasta que encuentres su nuevo dueño”

“No habrá un nuevo dueño. Si me casó de nuevo solo mandaré a hacer otro anillo. Tómalo como una compensación”

Arthur se acercó y le entregó bruscamente el anillo a Roxyna. 

“Mi padre hizo este anillo especialmente para ti, es tuyo”

“Pero…”

“Puedes desarmarlo para venderlo o puedes usarlo como un collar. Como quieras”

El tono indiferente de Arthur invadió el lugar mientras leía el documento nuevamente. Luego de revisarlo y estampar su sello junto al de Roxyna volvió a enrollarlo y lo lanzó sobre la mesa.

“Se lo enviaré a mi padre hoy. Seguramente demorara de tres a cuatro meses en ser aprobado. No querrá tener a su hijo soltero por mucho tiempo así que ¿Cuanto deseas como compensación?”

“Por favor encárgate de los gastos por otros seis meses mientras el divorcio sea aprobado, además necesito que pagues el salario de Giera hoy mismo”

“Le dire a Raul que se encargue de eso”

“¿Puede ser hoy mismo?”

“De acuerdo”

“Necesito contratar a un cochero, por favor pagalo también”

“El jardinero, cochero y todos los sirvientes regresarán a trabajar al castillo. ¿Cuanto dinero quieres tú por el acuerdo?”

“Yo no necesito dinero”

“¿Estas diciendo que no quieres una compensación?”

“No. Yo quiero recibir algo más que solo dinero”

“¿Algo más?”

“Por favor… Permite que conozca a otro hombre a partir de hoy”

Arthur miró a Roxyna a los ojos intentando adivinar si había escuchado mal. Recordaba su tiempo de casados en los cuales ella hablaba con una voz muy baja.

“¿Puedes repetirlo?”

“A partir de hoy quisiera poder acostarme con otros hombres”

Entonces si había escuchado bien. Arthur se mostró absorto mientras tocaba sus molares con la punta de su lengua. Con ambas manos a sus espaldas movió su cabeza por unos momentos para mirar a los ojos a Roxyna.

“¿Acaso estás loca? Si te divorcias volverás a conocer a otro hombre. ¿Por qué la prisa?”

“Esta es la única oportunidad que tengo para conocer a un verdadero hombre”

“¡Hey!” le espeto Arthur

“No quiero un divorcio glamoroso y silencioso”

Roxyna con una mirada inmisericorde observó a Arthur. Los ojos de ambos chocaron intensamente en el aire. Una mirada cortante apareció en los ojos grises de Arthur. Normalmente los ojos de Roxyna eran dudosos pero esta vez no veía en ellos la intención de retroceder en su decisión. Intentó presionar levantando una ceja.

“Si no lo permito no hay nada que puedas hacer para evitarlo”

“Si te niegas entonces le diré a tu padre cómo me has tratado. Le diré que luego del divorcio cortaste todo el flujo de dinero hacia la mansión. Después de todo ¿No fue tu padre quien me eligió como tu esposa? ¿Cómo podrías justificar rechazar su decisión? Ni siquiera su propio hijo podría evitar su ira”.

Los ojos azules de Roxyna brillaban. Por los últimos seis meses luego de la solicitud de divorcio ella estaba sangrando internamente debido a las dificultades y desfortunios que la situación le había traído, pero ya no más. Ella sabía muy bien que el divorcio no le otorgaría libertad o felicidad así que, antes de que todo acabara quería tener un recuerdo inolvidable. Cada centímetro y rincón de su cuerpo lo deseaba.

“De todas formas, no me interesa si estás de acuerdo o no, no estoy pidiendo tu permiso. Podría hacerlo en secreto pero…”

“¿Quieres ser honesta avisando antes de hacerlo?”

“Es solo una aventura. Es bastante embarazoso ser una mujer divorciada, pero además ¿Quieres que sea una pecadora?”

Arthur quedó asombrado con la respuesta de Roxyna. El no sabía que su esposa tenía una personalidad tan audaz. Volvió a mirarla mientras ella estaba frente a él con sus piernas cruzadas. Rápidamente miró su pecho, sus rizos lo suficientemente largos como para cubrir su trasero, su piel blanca y sus ojos azules, labios rosa y una bella nariz. No era como una muñeca de porcelana pero sus facciones hermosas y sus pómulos rosados eran bastante llamativos. Había visto su cuerpo desnudo así que sabía muy bien como lucía.

Su pecho parecía aún más grande pero no estaba seguro debido al vestido. De todas formas ello no importaba, ella era una mujer de veintidós años, una bestia que aún debía ser domada. 

Los pensamientos de Arthur se volvieron complejos mientras ella despertaba nuevamente su apetito. Estaba asombrado de que su esposa sintiera aquellas cosas y las expresara tan abiertamente.

“Roxyna tu… ¿Eres activa de esa forma?”

Mientras el observaba su cuerpo escuchaba como ella respondía con una voz elegante. No importaba lo mucho que la mirara, no sabía que ella tenía esa pasión en su interior.

“Bastante… Soy muy lasciva”

“Yo no tenía idea”

“¡Por supuesto que no lo sabías!”

“Entonces ¿Por qué no me lo dijiste?”

“Si lo hacía ¿Acaso habría cambiado algo entre nosotros?”

Roxyna lo miró casi burlándose.

“Tu deberías saberlo. Lo hicimos varias veces y yo continuaba esperando todos los días. Te volvías loco de tanto morder y chupar. ¿Acaso eso no bastaba para olvidar que soy la hija de mi padre?”

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