Saltar al contenido
Dark

LPDLD – Capitulo 02 (Parte 1)

13/03/2021

 

Episodio 02 – La lanza del hombre enmascarado

Tan pronto como recibió el dinero de Raul, Roxyna dejó el palacio Gillen y se dirigió a la Ciudad Marie, un lugar bullicioso con gente dispuesta a pasarla bien.

En esta ciudad había una proxeneta llamada Deborah. Los rumores corrían entre las damas nobles acerca de esta dama y sus “acompañantes”. El hogar de Deborah era una mansión de tres pisos de altura, se podía acceder a ella a través de diversas entradas así como a través de una mansión contigua para mantener la discreción. Si la situación lo requería se podía considerar ambos lugares como una única mansión.

Una mujer saludo a Roxyna cuando entró por los intrincados corredores que parecían estar unidos como una tela de araña. La chica tenía el cabello rojo, ojos verdes y pecas, parecía tener treinta años.

“Bienvenida, mi nombre es Deborah”

Roxyna la saludo con un gesto. Para una proxeneta que antes solía ser una prostituta un simple gesto era suficiente saludo.

“¿Desea ver la carta de varones disponibles?”

“Deseo quedar satisfecha en todas las formas posibles”

“No hay problema, pero le aseguro que será bastante costoso cumplir con aquellas exigencias”

“¿Es suficiente con, digamos… 3.000 monedas de oro?

“¿3.000 monedas?”

La voz de Deborah se entrecorta. Aquella era una cantidad exorbitante, incluso para su amplia experiencia en el rubro aquel ofrecimiento fue una grata sorpresa.

“¿Hay algo especial que desee en su pareja? Digamos… ¿Alguna virtud en particular?”

“No estoy segura. Lo principal debe ser la confidencialidad”

“De eso no se preocupe. Por ahora solo indiqueme lo que le guste”

Roxyna estaba imparable. Mencionó cada cosa, cada detalle sobre lo que quería mientras cruzaba las piernas. No quería un acompañante poco atractivo estéticamente. Deborah escuchaba con atención la solicitud mientras que chasqueaba la lengua intentando apresurarla.

“Entiendo. Lo preparare enseguida”

“Espero que pueda resistir toda la noche”

“Asi sera señorita”

“¿Cómo mantendremos el secreto?”

“Usted usara una mascara”

“¿Y él?”

“Por supuesto también usará una”

Ante la respuesta de Deborah Roxyna asintió.

“Tal vez si cubro mi rostro esto será menos vergonzoso”

“Ho ho ho, ya es algo tarde para sentirse avergonzada” mencionó Deborah.

“Aunque me encuentre hablando tranquilamente mi corazón está latiendo muy fuerte… Esta es la primera vez que hago algo asi…”

Knock Knock

Alguien llamó a la puerta haciendo saltar a Roxyna en el lugar. Deborah se levantó de su asiento y le pidió paciencia.

“Saldré por un momento y luego le daré indicaciones”

Cuando Deborah salió del cuarto Roxyna se levantó y abrió la ventana. Por ella podía ver la oscuridad del cielo nocturno, acechando en la distancia. La luna llena estaba cubierta por nubes que oscurecían aún más la noche.

Ella se apoyó en el marco de la ventana con ambas manos. El suave viento de la noche hizo que su cabello se agitara. Por algunos momentos deseo que aquel viento fuera el toque de un hombre. Quería sentir el roce en sus mejillas y en sus labios tan frecuentemente que de vez en cuando lloraba en soledad.

“Esto de verdad es placentero”

Roxyna murmuro para si misma mientras tocaba sus labios con sus dedos. Tenía un marido pero el jamas la habia besado. ¿Tocar su cuerpo? Había sido imposible. Ella no conocía el cuerpo de su hombre ya que había aceptado una postura que apenas le había permitido mirarlo.

“Solo queria algo mas”

Suposo que tendría que preguntar para tocar por aquí y por allá. Se envolvió con sus propios brazos. Recordaba a la Srta. Sharon, la cual le comentaba acerca de lo maravilloso que era su marido y también recordaba a la Dama Bale, quien dijo una vez que había terminado con sangre en su orina debido a las “energías” del gobernador.

¿Acaso ella no rogaba también sentirse así de viva? Incluso con todas las obscenidades que sus amigas relataban, ella solo quería sentir tan solo un poco de pasión. Ella siempre estaba sola.

Ella no tenia historias como para comentarlas en aquellas conversaciones ya que nunca había experimentado el sexo de esa manera.

Knock Knock

Deborah volvió a entrar al cuarto luego de tocar, tenía sus manos juntas y sonreía brillantemente.

“Ahora la llevaré al interior. Por favor tome un baño primero, añadiremos algunos afrodisíacos en el agua para que pueda disfrutar de una muy buena noche”

“Gracias”

Roxyna río para ocultar su nerviosismo. Pensar solo en que sería tocada por un hombre extraño la hacía temblar incluso bajo su mejilla.

Mientras seguía a Deborah por un estrecho corredor escucho un gemido cercano desde algún lugar. Claramente era el gemido de una mujer. Roxyna se sonrojo.

“¿A mi también me escucharán de esa manera?”

“¿Acaso sabe usted de quién se trata?”

“¿Puede ser alguien que trabaje aquí? De lo contrario…”

“Es una de nuestras chicas. Debido a sus habilidades excepcionales se le considera la número uno en popularidad”

Roxyna guardó silencio mientras observaba el lugar de origen de aquellos gemidos.

“¿Ella está haciendo ese ruido a propósito?”

“No creo que este fingiendo, creo que en realidad le encanta el cliente de hoy”

“…Entiendo” respondió Roxyna.

Deborah, quien pudo ver la mirada de envidia en su rostro, giró su rostro y le preguntó:

“¿Sientes envidia?”

“Así es, siento mucha envidia. Yo también quiero estar satisfecha”

“No se preocupe, usted de verdad quedara satisfecha también”

“De verdad lo espero”

Roxyna se encogió de hombros. Lo deseaba desde que conoció el placer con un hombre pero la oscuridad y soledad de su rostro la hacían sentirse en la incertidumbre debido a que la soledad había alcanzado su punto más alto. Una vez que lo había sentido se había vuelto una verdadera obsesión.

Terminaron de recorrer el largo corredor como un laberinto después de varios minutos, entonces una puerta con muchas cortinas apareció en su camino. Deborah abrió la puerta mostrando el interio y le explico:

“Este es el cuarto en donde reposará esta noche. Hay un baño en su interior y una gran terraza. La noche es agradable así que le recomiendo que deje las ventanas abiertas”

“Pero si hago eso mis gemidos se escucharan hacia afuera”

“Eso será estimulante para todos”

Deborah sonrió y dejó a Roxyna sola en el cuarto.

“Dentro también hay una máscara, sugiero que la use”

“Esta bien”

“Que tenga una bella noche” dijo Deborah mientras se retiraba de la habitación, cerrando la puerta. 

Ella respiro hondo y miro en el interior: había velas aromáticas encendidas iluminando el piso con una suave luz, además una tina de color naranjo redonda como una luna llena. Era grande y bastante profunda como para que entraran dos adultos en su interior. 

Encontró la mascara: era de color negro y estaba colgando atrás de la puerta. Era una máscara bastante colorida ya que tenía muchas joyas artificiales. Con la máscara puesta ella comenzó a quitarse la ropa y se miró frente al espejo que había al lado de la tina. Cuando se sacó el esponjoso vestido sus grandes y redondos pechos, su cintura de reloj de arena, su gran trasero y piernas delgadas pero bien formadas aparecieron frente a ella. Sus pechos eran grandes y parecían calabazas, llenas de elasticidad. Delicadamente tocó uno de ellos.

La piel que tan pocas veces había sido tocada era suave y brillante como porcelana. Sus aureolas y pezones rozados se veían muy bellos y firmes, se pellizco entonces uno de ellos pon la punta de sus dedos.

“Ahhh”

Una sensación cosquilleante recorrió su cuerpo como una lanza de bambú que parecía penetrar por su entrepierna. Con su mano libre comenzó a acariciar su vagina. El interior de su carne era muy sensible y reaccionaba de inmediato con el más leve tacto. Gentilmente comenzó a masajear su clítoris con sus dedos mientras respiraba agitadamente.

Tomó aire una vez más y cerró sus ojos. Había estado muy nerviosa al acudir a aquel lugar pero la desesperación era demasiada. Solo podia pensar que era debido a la acomulacion de deseo sexual. Los días en los que Arthur debía acudir a visitarla (durante la ovulación especialmente) hacían que su entrepierna se volviera ansiosa y la impulsan a tocarse ella misma. No era capaz de dormir bien en los inviernos.

Pensó que tal vez era a causa de la soledad o que tal vez solo había nacido de esa manera y se sentía derrotada, pero no podía detener la necesidad de tocarse a sí misma para sentir algo de placer. Trató de encontrar algo de madera o alguna piedra con la forma de un pene pero tampoco fue capaz de satisfacerse con ellos. Comenzó a gemir mientras masajeaba su entrepierna, mojando sus dedos con su lengua y penetrando mas y mas profundo su vagina.

“Ahhh…”

Mientras se veía a sí misma reflejada en el espejo, comenzaba a jadear y abrir su boca para gemir. En aquel reflejo ella era una prostituta sonrojada. Sentía el calor en su estómago ardiendo. La sensación era nueva para ella, presionó sus pechos con sus manos y los mojo con el agua de la bañera. El líquido corría por sus pechos y la hacían sentir de forma extraña, parecía ser influencia de los afrodisíacos que le había mencionado Deborah. Entró a la bañera con cuidado y tomó aire por unos minutos mientras removía el sudor y el polvo de su cuerpo vertiendo agua sobre él, la tensión comenzó a desaparecer y se sintió embriagada. Volvió a juntar sus piernas. Sentía raras sensaciones a la altura de su ombligo mientras sus pezones estaban realmente duros. Gentilmente comenzó a pellizcarlos nuevamente mientras jugueteaba con sus aureolas. Entonces volvió a tocar su entrepierna mientras jugueteaba con su clítoris.

“Ahhh…”

Un gemido brotó desde su boca. Roxyna levantó sus caderas para elevar aún más su entrepierna. Sintió entonces el interior de su vagina, masajeando su clítoris entre otros lugares mientras rozaba lentamente sus labios interiores y todo alrededor. Pellizcaba con pasión su clítoris con la punta de sus dedos.

“Ohhh…”

Pronto su respiración pareció entrecortada, encogió los dedos de sus pies mientras sentía su agujero siento penetrado. Colocó su dedo medio dentro de su vagina y comenzó a penetrar sus carnes respirando agitadamente. Cuando sintió sus hombros estremecerse levantó sus rodillas. Se sentía mareada mientras continuaba entregándose placer y sus piernas se agitaban al ritmo de la masturbación frente a sus ojos. Quería dejar aquel lugar para pasar pronto a la cama. Echó su cabeza hacia atrás y miró el techo mientras sacaba su dedo de su vagina haciéndole sentir un pinchazo. Mientras miraba sus manos bajo el agua y sus ojos se iban sintiendo apagados sintió un ruido en la puerta. Roxyna se sorprendió y tomó rápidamente la máscara que había dejado junto a ella. Fue entonces que un hombre enmascarado entró a la habitación.

Estaba vestido solo con una camiseta y pantaloncillos y lucía tan ordinario que no podía ser identificado. Ella tragó saliva mientras veía al hombre dirigirse hacia la tina donde se encontraba ella. La luz de las velas que iluminaban de naranjo la habitación se estremeció cuando una corriente de viento recorrió el lugar. Los ojos de ambos se encontraron en mitad de la noche. El hombre enmascarado se acercó lentamente y Roxyna salió de la bañera. Él observó con detenimiento sus pechos, su estómago y el largo de sus muslos.

Los ojos de aquel hombre la miraron fijamente y luego parpadearon. Así como observo su rostro pudo también ver sus pezones húmedos y su entrepierna ardiente, claramente el camino ya estaba húmedo de lujuria.

Los dedos del hombre se acercaron y tocaron sus pezones. Gentilmente deslizó sus dedos girandolos lentamente a su alrededor mientras observaba como ella mordía sus labios. No se sentía avergonzada o temerosa debido a la máscara que estaba usando, así que salió de la bañera con confianza. La humedad caía lentamente por su cuerpo humedeciendo el piso pero a nadie le importaba. El hombre ni siquiera intentó secar su cuerpo primero, simplemente se sentó en la cama y la tomó desde atrás con sus brazos, colocándola a su lado.

 

AnteriorNovelasMenúSiguiente

error: Content is protected !!