– ¡Ahhhhhh! ¡Joder! Do-ha Hijo de puta. ¡¿Cómo te atreves a rechazarme?! ¿Quién crees que soy? ¿Cómo te atreves a deshacerte de mí de esa manera? ¿Y tu por qué emanas ese tipo de feromonas que vuelven loca a la gente?
Hyeon-seo no hace nada que ponga en riesgo su imagen ante todos. Tan pronto como bajó al estacionamiento subterráneo empezó a maldecir.
– Maldito perro, de verdad que eres molesto. -Me miró con una cara enojada, me dio un golpe y luego extendió su mano-. Dame las llaves del auto, ¡Pendejo!
Mientras estaba sacando las llaves me las arrebató de la mano y encendió el auto a toda prisa. Tan pronto como se sentó en la silla del conductor, encendió el auto y dejó el estacionamiento.
Solo pude ver la parte trasera del auto alejarse.
Maldito Hyeon-seo. Ahora qué voy a hacer.
Saqué de mi bolsillo, con mis manos temblorosas, un frasco que contenía un neutralizador. Estaba en una situación muy difícil.
Maldición. Ahora tengo que caminar ¿Por qué Hyeion-seo tenía que llevarse el auto? yo le dije claramente que venir a la oficina de Baek Do-ha era una equivocación.
Mientras trataba de colocarme el neutralizador en la boca, se me acercó un auto repentinamente y se detuvo frente a mí.
Screech.
La ventanilla del auto descendió, mostrándome a la persona dentro, era Baek Do-ha.
– ¿No dijo que tenía una reunión muy importante?
– Sube, o ¿tienes miedo de estar dentro del mismo auto que yo? -En un momento cambió el tema de conversación. Parecía una bestia rugiente y amenazadora.
Parecía como si tuviera una llama ardiendo a su alrededor.
No me quedaba otra opción, además sería realmente difícil coger un taxi solo en este estado.
En realidad, no me quedan excusas para dar. Pensaba en darme la vuelta y salir corriendo, pero en el momento en que vi a Baek Do-ha frente a mí, mi corazón empezó a latir como loco. Y así termine subiéndome al auto como si estuviera poseído.
Era una muerte segura, era como si aceptara enredarme en las redes de un estafador.
-¡Acá, espere un minuto! ¡Hey, detén el auto por favor!
Sin embargo, el auto no se detuvo.
Estar a solas con Baek Do-ha en un auto cerrado era una verdadera tortura. Baek Do-ha conducía el auto con una mirada fría y seria, mientras que yo hacía todo lo posible para aguantar la situación. Estaba tan nervioso que comencé a morderme los labios.
-Tranquilo. -Fue la única palabra que salió con frialdad de sus labios. Así que bajé la ventanilla de mi lado, giré la cabeza hacia la dirección en que entraba el viento y respiré hondo. También me quité el engorroso saco. A medida que el aire ingresaba, me sentía mejor.
-¿Hacia dónde nos dirigimos? –pregunté, pero no obtuve respuesta.
-¿Por qué no tomas los medicamentos si sabes que te afectan las feromonas? ¿Por qué eres tan terco? Tomate las pastillas.
-¿Sabes que el asistente Park es un Alfa?
-Ah, ¿sí?
No entiendo, ¿por qué dice todo eso?
-¿Quién es el asistente Park?
-Es el tipo que intentó deliberadamente tocarte frente a mí.
Parecía estar hablando del asistente que ingresó con las bebidas. Pero fui yo quien derramó el agua, él solo estaba tratando de limpiar el área mojada, pero Baek Do-ha cree que él lo hizo deliberadamente porque estaba poseído por mis feromonas. Eso es una completa locura.
-Ah… -Un suspiro salió de mí.
-No, Sr. Baek Do-ha…
Al contrario de sus preocupaciones, traté de decirle que nadie estaba interesado en mí, pero estaba sin aliento y me era muy difícil articular palabras.
-Tus inhibidores, ¿no los trajiste? -Me miró mientras me preguntaba en un tono molesto. Definitivamente no comprendió mis intenciones. -Si traes alguna medicina, tómala.
-No, no los traje, mi cuerpo no los necesita…
-¿Quién es el hijo de puta que te dijo eso?
-Fue el doctor.
-¿Estás seguro de que es un doctor y no un charlatán? -Baek Do-ha no habló más, exhaló un aliento espeso y caliente e incluso le rechinaron los dientes. Vi cómo se contraían sus suaves mejillas. Se veía todo adolorido, tanto como yo.
-Creo que voy a explotar por tu culpa, pero tú ya te ves mejor. Estoy tan enojado e irritable, vamos a dar una vuelta.
Entonces lo vi, entre sus piernas había algo abultado, estaba muy excitado e tenso. Hacía bastante calor y podía ver como cada vez crecía el tamaño de su pene.
-No lo veas o tendrás que asumir las consecuencias.
De repente frenó el auto.
Naturalmente reclinó el asiento del copiloto y se acercó. Me sorprendió y traté de evitarlo, pero mi corazón se volvió loco ¿Qué me pasa?
Él estaba muy cerca. Sentía como mi pene empezaba a levantarse, empezó a doler y a palpitar, me estaba excitando y a la vez muriendo del dolor ¿Ahora estoy igual a él?
Desesperadamente, volteé la cabeza hacia la ventana para que el aire calmara mis deseos. Estaba en medio de una lucha de feromonas, estaba hecho todo un desastre allí abajo. Tenía miedo de que mi cuerpo se doblegará a mis instintos.
El viento soplaba fuerte como ayudándome para poder calmar el momento, pero ¿qué pasa si en verdad no puedo resistirme y me dejo llevar por los deseos de mi cuerpo?
En realidad, no sé quién los dos resista más. Estoy tan confundido y temeroso ¿Qué pasa si caigo en un abismo de lujuria? Si eso llegara a pasar definitivamente seré un despojo humano, me sentiré la persona más vacía de este mundo.
El calor seguía subiendo, crucé las piernas y traté de respirar con calma. La sensación de tener la ropa interior mojada y pegada a las nalgas era tan desagradable.
-¿Por qué yo? -La voz me temblaba.
-Por el simple hecho de ser tú. -Su respuesta fue inmediata, pero su respuesta fue tan simple que no la entendí.
-¿Por qué tengo que ser yo? ¿Por qué apareces frente a mí y me confundes? Hay tanta gente maravillosa y perfecta a tu alrededor. Tantos como Hae-soo y Hyeon-seo. –Las palabras salieron con tanta emoción que me quedé sin aliento, pero Baek o-ha pudo responderme.
-Me preguntas porque tú. Pero ¿por qué? -Se acercó a mis oídos, habló con una voz tranquila mientras golpeó el sillón con su puño y en voz baja dijo – Maldita sea...
-Tu olor. Ese maldito olor que me vuelve loco. Soy una persona que no retrocede ante nadie, pero tú haces que todo cambie. Agg Tus feromonas… ¿Por qué no las controlas? ¿No te das cuenta de que me tienes al límite? ¿O lo estás haciendo a propósito?
¿Por qué está diciendo eso? Si es él el que empezó a esparcir sus feromonas, está asfixiándome ¿quiere asesinarme? Trataba de calmarme, pero mi garganta estaba tan apretada que no podía emitir ningún sonido.
-Tú eres el único que puede sentir mis feromonas. Los otros Alfas no huelen nada de mí. Tú eres la única persona que puede sentir mis feromonas, me dices que las controle y no sé cómo hacerlo. Yo no te estoy provocando, yo solo estoy reaccionando a tus feromonas Baek Do-ha y tampoco sé por qué lo hago. Tú eres el único que me ha dicho que puede sentir mi aroma y que eso hace que tu cuerpo se caliente. No sé, en realidad no sé qué diablos me está pasando, todo es extraño y aterrador.
Desde que este hombre se acercó a mí, siempre me pasan cosas extrañas. Mis feromonas se alteran, mi cuerpo se calienta, esto es algo nuevo, nuevo para una persona vacía como yo. Este hombre me vuelve loco, y estoy a su merced, me estoy volviendo loco.
-Puede que sea el destino. -Es una locura atribuirle algo como esto al destino, pero el profesor Choi, que es un médico bastante calificado, también mencionó que lo que me pasaba podría ser un extraño fenómeno del destino. –Destino. -Repetí suavemente, mientras mi corazón latía fuerte. En verdad todo esto se puede explicar con la palabra destino.
-Cuando tú apareciste, para ser más claro cuando tus feromonas aparecieron por primera vez ante mí, eran un olor muy distinto a todo lo que había conocido, un olor tan peculiar. Pero nunca pensé que yo era el único que podías reaccionar, ¿tú crees que esto es obra del destino?
Al escuchar estas palabras giré mi cabeza en dirección a Baek Do-ha, él estaba viéndome fijamente con una sonrisa tan espléndida, se veía tan varonil.
-Destino, esa palabra me agrada.
El sonido de su sonrisa mezclada con el aire fresco era perfecto. Su gran sonrisa mostraba sus dientes blancos. No era una sonrisa retorcida, era una sonrisa llena de sinceridad y felicidad, como la de un niño.
-Al parecer eres un hombre que sabe reír tan alegremente. -Ese gesto fue tan inesperado y solamente di una leve sonrisa. A este hombre lo he visto pocas veces, no sé nada de él, pero creo que esta imagen tan compasiva no la muestra a todos los demás.
Su rostro se volvió más hermoso de lo normal, en realidad no podía apartar la mirada de él, era tan cálido como el sol de la tarde.
Envidié la sonrisa tan pura que dio al escuchar la palabra destino, no importaba de qué lado lo vea su sonrisa es tan deslumbrante.
Él, a diferencia de mí, estaba muy tranquilo. Yo parecía una bomba de tiempo.
Mientras respiraba profundamente, inhalé, me ahogué y de mi boca salió una expectoración.
Cada vez aumentaban más las expectoraciones y con ellas mi cuerpo vibraba violentamente mientras mi estómago se revolvía. Era muy doloroso porque todo se movía, además de que ya era muy difícil estar sentado porque mi trasero estaba húmedo y mis labios temblaban. Estaba al límite.
Todo mi cuerpo estaba empapado con sus feromonas y eso hacía que no pudiera mantenerme tranquilo, incluso el seguir charlando me era imposible.
-Naciste con el gran talento de hacerme feliz, tu aroma me conforta.
No sé si creer en esas palabras, sus acciones mostraban un gran entusiasmo. Sus feromonas me envolvían tan gentilmente y aunque las ventanas del auto estaban bajas, no servía de nada porque todo estaba muy caliente.
-Para… por favor. –Fue muy difícil pronunciar esas palabras, mi voz estaba muy temblosa.
Hacía tanto calor que quería quitarme los botones que me llegaban hasta el cuello. No fue nada fácil desabrocharlo debido a que mi mano seguía estando temblorosa, ya no podía más, así que simplemente lo arranqué bruscamente. Los botones salieron y el cuello de mi camisa se abrió.
-Por favor. Ya no puedo más, me volveré loco. Quiero vomitar…. Ah, ah, ah. -En ese momento, sonidos extraños y vergonzosos emanaron de mi boca. Traté de morder mis labios para evitar que los sonidos salieran, pero no funcionó.
-Ah, ¡Maldita sea!
Tenía un impulso porque detuviera el automóvil en cualquier momento, pero el auto siguió en movimiento. Sentía un gran dolor al cruzar las piernas, todo allí abajo estaba húmedo.
De pronto, tuve una erección, mi pene estaba tan duro y erecto, mi trasero cosquillaba y se humedecía cada vez más. Qué sentimiento tan desagradable y más cuando no puedo hacer nada para aliviarlo.
Fue tan vergonzoso, no podía quedarme quieto, me estaba volviendo loco. Estaba al lado de Baek Do-ha, así que por vergüenza tuve que colocar mi mano entre mis piernas.
Sentí como el auto paró. Traté de mantener la calma, respiré profundo y levanté la cabeza. No podía distinguir en dónde estaba, me levanté y traté de quitarme el cinturón de seguridad, tenía que salir del auto lo más rápido posible, ya no podía más, estaba conteniendo el llanto. Tenía que salir de inmediato de este infierno de feromonas.
De repente, el cuerpo de Baek saltó hacia mi asiento. Yo estaba tan sorprendido y excitado por su cuerpo que estaba pegado al mío.
Estábamos en el auto aun, todo estaba tan estrecho y el cinturón de seguridad colgaba desabrochado como si fueran grilletes. Cuando me di cuenta su rostro se encontraba frente al mío, me veía fijamente, tenía una mirada firme.
No, rápidamente levanté mis manos y me tapé la boca. Una sonrisa se escapó de su boca, mientras yo tenía firmemente las manos cubriendo mi boca. Él giró la cabeza y comenzó a reírse.
Sus labios se acercaron a los míos, yo lo vi fijamente y en un momento sus labios se presionaron contra los míos. Su tacto se sentía increíble y su beso tenía una fuerza profunda. Al principio apreté mis labios fuertemente, pero no pude resistir y terminé besándolo.
-¡Ugh! -Un gemido escapó de mis labios y todo mi cuerpo tembló. Traté de abrir mis parpados cerrados, mientras que su lengua empujaba profundo en mi boca, estaba tan caliente y mi lengua no paraba de moverse. -Ah, ah, ah, ah. Mi lengua y la suya se encontraban enredadas, mis labios estaban empapados. Unos breves gemidos se podían escuchar, mientras que sus feromonas me envolvían dulcemente llenando todo mi cuerpo.