
-¿Quien más estuvo tocando tu cuello?
Debió haber sido porque Ha Sun-goh me ahorcó, debió de haber dejado sus feromonas, y Baek Do-ha acaba de percibirlo levemente en mi cuello.
-Explícame ¿a qué se debe este olor?
-No es nada en especial
-¿Cómo que no es especial? ¿Te has acostado con otro perro?
-¡No, eso es imposible! -Levanté la voz y mis lagrimas cayeron de repente.
Fue doloroso, el olor de esas feromonas, que me vuelven loco y me convierten en una fiera del deseo sexual. Nunca he sido débil en contra de nadie, a excepción de este hombre. No había sentido nada por nadie, incluso si fuese alguien genial no sentía nada, pero con este hombre todo cambia, tan solo con su aroma me hace sentir tan caliente y emocionado.
-Nunca me he acostado con nadie más, nunca lo he hecho. Odio esto, nadie me había atraído, nunca ha habido nadie con quien quisiera una relación física, nadie me genera el deseo sexual como ahora tú lo haces. Así que no pienses ese tipo de cosas de mí, Baek Do-ha.
-¿Crees que voy a regalarte a otra persona? -Baek Do-ha agregó inmediatamente otras palabras.
– ¿En verdad puedes ser capaz de despertarte y escuchar el sonido de mi respiración cada mañana?
Habló en dos tonos diferentes, uno parecería una fiera temible y el otro un amante cuidadoso, lo que me llevó a pensar en responderle de manera afirmativa. No podía abrir la boca ni decir nada, pero tenía los ojos llorosos y la cara sonrojada, con esa expresión decir que no sería una mentira totalmente evidente.
Sentí como sus feromonas me asfixiaban de manera abrumadora, era como si me atraparan y no me dejaran libre.
-Me retiro. -Extendí el brazo para tomar la manija y abrir la puerta, pero esta no se abrió.
– Por favor quítale el seguro a la puerta.
Frente a este hombre sentí como si fuera una pequeña bestia herbívora, tratando de escapar de un enorme carnívoro, estaba temblando. En realidad, yo tampoco quería irme, mi cuerpo se sentía muy bien a en su compañía. De repente pensé ¿En verdad sirve el medicamento?, no quería experimentar los mismos dolores de aquella noche, así que antes de salir me tomé mi dosis, pero creo que ahora reacciono más rápido y me siento más sensible a sus feromonas.
-No puedes salir antes de que me digas que sucedió ¿O no me quieres explicar? ¿Qué clase de escoria se atrevió a tocar lo que es mío?
-Cuando fui a buscar a Hyeon-seo a su casa, él no se encontraba allí… De alguna manera me topé con la pareja sexual de Hyeon-seo, solamente fue algo sin importancia, una simple broma, nunca hubo ningún altercado sexual. -Sus feromonas emanaban un ambiente de rabia.
-¿Cómo dices que fue una simple broma?, tocó tu cuello, dime para con qué otra intención debió de haber tocado si no era una intención sexual, debes de tener más cuidado de cualquier tipo de persona que se te acerque. Nadie a excepción de mí puede tocarte ¿lo sabes?
Eso era nuevo, nunca en mi vida nadie me había dicho tales palabras, incluso mi madre nunca se preocupó por mí. Sabía perfectamente que no fue mi culpa y que él no debería de estar enojado conmigo, porque yo no provoqué la situación con Ha Sun-goh. Pero aun así sus feromonas me seguían atormentando.
-No lo sé. Solo fue una simple broma.
-Dime quién fue el hijo de puta que se te acercó y le tocó.
-No es nadie, nadie que valga la pena, no me molestará de nuevo.
-Más le conviene porque lo mataré, puto descarado. -Tenía una voz aterradora, en verdad hablaba en serio, sus ojos tenían una apariencia peligrosa llena de rabia.
Traté de dejarle en claro que yo estaba trabajando y simplemente fue una broma, pero él realmente estaba muy enojado, sus ojos parecían estallar de furia.
-Sí, solamente es un hijo de puta, no tienes que darle demasiada importancia. -Baek Do-ha, lanzó un suspiro y reposó su cuerpo en el asiento del conductor.
-Ese maldito hijo de puta sabía que esto pasaría y por eso te tocó, solamente quería provocarme. -Incapaz de controlar su ira, golpeó de un puñetazo el volante. Luego cerró los ojos, dio un hondo suspiro e intentó abrir la puerta de su lado.
– Bajaremos del auto, vamos.
-¿A dónde vamos?
-Puede que vivas en la misma mansión que Hyeon-seo, pero tu habitación no es la misma. -Baek Do-ha agarró mi brazo para poder bajar el auto.
-¿Por qué quieres ir a mi habitación? ¿Te has vuelto loco?
-¿Quieres tener sexo en el auto? Por mí está bien.
-… No estarás considerando… -Se rio como si estuviera diciendo algo absurdo.
-¿De verdad?, no pienses que con un simple beso estoy satisfecho en mi estado actual.
-Me bajaré, ábreme la puerta. -Ignoró mis palabras y encendió el auto.
-Iremos a otro lugar.
-Yo quiero bajarme. –No me prestó atención, el auto se movió rápidamente saliendo del callejón que llevaba hacía la mansión. Era inútil querer pedir que me dejara bajar, cada minuto nos alejábamos más, estaba muy nervioso, le pedí que por favor volviera, yo tenía que estar en la mansión antes de que Hyeon-seo volviera.
-¡Yoo Hyeon-seo, Yoo Hyeon-seo! ¿Por qué sigues mencionando su nombre como una excusa?
-No es una excusa, es mi trabajo y si no estoy allí habrá consecuencias graves.
-Sé que eres un esclavo gracias a las deudas de tu madre, así que yo pagaré esa deuda.
-¿Por qué alguien como el sr. Baek Do-ha pagaría mis deudas?
-Si esa es la única manera de sacarte de esa casa, no me molestaría hacerlo, no me importa cuánto cueste, incluso si debo de acabar con Hyeon-seo.
-No, no tienes que llegar a ese extremo, no debes de acabar a nadie, tú no debes convertirte en un matón. –Deliberadamente sus labios se curvaron y salió una sonrisa.
-¿Parezco un matón?
No, en realidad no tenía la apariencia de un matón, pero realmente estaba asustado de lo que podía llegar a hacer. Sé que sus ojos pueden llegar a ser terroríficos. Traté de ver hacía dónde nos dirigíamos a través de la ventanilla del auto.
-Sabes todo cambió desde que te conocí, he tratado de ser el mismo de antes, lo he intentado muchas veces, en verdad. Mi vida diaria está hecha un desastre por tu culpa. Es imposible que mi vida vuelva a ser la misma de antes. Mis pulmones respiran, pero mi mente piensa en ti, en tu cuerpo, tu cara, tu aroma, mi cuerpo se vuelve loco con solo pensar en ti, mi vida cambio por ti.
No sabía en realidad si lo que decía era cierto, una persona defectuosa como yo, ¿cómo lograría dar ese efecto en un Alfa Real como él?, no entendía como él pudo reaccionar a mis feromonas. Cuando Ha Sun-goh se acercó a mí no sentí el mismo deseo que sentí por Baek Do-ha, era obvio algo pasaba, pero no sabía de qué se trataba.
-¿A dónde iremos? -Mi cuerpo estaba agotado por todas esas feromonas que aún quedaban en el auto, quería llegar pronto a donde quiera que sea.
-Bájame.
-No, no puedes bajarte. –Su repuesta fue seria y fría.
En una curva, giró el volante y murmuró con frialdad.
-No te dejaré ir Seol-Woo.
Tenía una cara aterradora, era difícil no temerle. Comparada con su respuesta mi corazón latía rápidamente como el auto en el que íbamos a toda prisa por las calles de Seúl en plena noche.
-Aunque huyas, no te será posible escapar. –
Recordé el consejo del Doctor Choi en el hospital, un escalofrió bajo por mi columna.
A pesar de estar asustado, mi cuerpo aún se encontraba caliente y húmedo.
Era mi instinto.
Un oscuro instinto que dominaban las feromonas. Después de probar los placeres del sexo, mi cuerpo se sentía muy caliente, se estremecía con cada recuerdo de la noche en la que fui penetrado profundamente por su pene, mi trasero temblaba de deseo. En ese momento sentí que colapsaría y pensé que me volvería loco del deseo.