-Tienes que salir de esa maldita casa. No puedo soportar que seas el objetivo de todas esas malditas personas, que te tengan en una maldita esquina. No quiero que te sigan tratando como un esclavo, no puedo soportarlo. -Baek Do-ha, dijo todo, abriĂł la boca y soltĂł todo lo que no me habĂa dicho antes.
-No quiero que seas una presa. Quiero abrazarte todos los dĂas, por eso hago esto. Estaremos en esta casa, acĂĄ podrĂ© tenerte en mi vista.
Curiosamente estaba acostumbrado a seguir Ăłrdenes, pero cuando Ă©l hablĂł, parecĂa mĂĄs una peticiĂłn. Aunque no estaba de acuerdo con recibir la casa y tenĂa que devolvĂ©rsela a su dueño, en el momento en que escuchĂ© sus palabras aceptĂ© su gratitud. Pero aĂșn estaba confundido, no sabĂa en realidad si esto era parte de sus mĂ©todos para tenerme y asĂ poder calmar sus deseos.
-No la quiero. –AbrĂ la boca para decir esas palabras. Las cejas de Bek Do-ha se movieron. TomĂ© fuerza y tratĂ© de tener una postura firme frente a Ă©l- Tratas de comprarme con una casa para que yo pueda disminuir tu libido sexual ÂżSabes? AllĂ afuera hay un montĂłn de personas que llorarĂan de placer por este trato que me muestra, pero yo no soy igual. Odio esto.
-ÂżPor quĂ© sigues siendo tan hostil? -Ăl notaba mi inconformidad, pensĂ© que realmente era la primera vez que alguien le decĂa que no.
SĂ© que siempre he sido un mendigo y he podido escuchar todo lo que siempre dicen de mĂ, pero con Ă©l es diferente, no puedo ver sus verdaderas intenciones, y eso es frustrante.
-Siempre he sido asĂ. -Baek Do-ha se acercĂł a mi rostro y lo frotĂł con frialdad. Estaba confundido. Me acariciĂł y solamente sonriĂł como si estuviera alegre.
-Me vuelves loco. -dijo esas palabras en un tono de risa. Baek Do-ha se arrojĂł sobre mĂ sin previo aviso. Ambos caĂmos sobre la cama. Su cuerpo cayĂł encima mĂo, pero no me golpeĂł. Sus feromonas se mezclaron con el aire que ingresaba por mi nariz. Do-ha se encontraba encima mĂo, me abrazĂł fuerte y luego apretĂł mis mejillas, tocĂł el lĂłbulo de mi oreja y besĂł mi cuello. ParecĂa un gran perro y no una persona, me sentĂ abatido.
-Eres fascinante…
Como era de esperar, comenzó a morderme lentamente. Su mano entró a través de la bata mientras tocaba mi pecho, el toque de sus manos fue excitante, mi cuerpo se estremeció y comenzó a temblar.
-Tu cuerpo es tan suave, es tan tentador, todo tĂș, eres magnĂfico.
Sus dulces labios pasaron por el lĂłbulo de mi oreja y se deslizaron hacĂa mi cuello. Frotaba mi cuello con suavidad y me besaba sin parar. De repente agarrĂł mi cintura y la jalĂł con fuerza, de un momento a otro me encontraba encima de Do-ha.
-No me importa cuån hostil seas conmigo. Esa actitud en ti es linda, me encanta todo de ti. Dime, ¿Qué debo hacer?
Agg, me molesta, este hombre es realmente bueno con las palabras. De repente solo con escuchar su voz mi cuerpo se estremeciĂł, mi cintura rebotĂł y temblĂł esperando que este hombre entrara en mĂ.
-Creo que tu podrĂĄs perdonarme todo, no importa lo perro que me comporte.
-Yo no creo eso.
No sé realmente qué quiere decir con todo eso, pero en realidad no sé cómo actuar frente a él en este momento. No sé qué hacer, quiero resistirme, pero mi cuerpo no puede resistirse a él.
-DĂ©jame ir.
SĂ© que esto es inevitable, pero tengo que luchar. Me retorcĂ y tratĂ© de separarme. Todo fue imposible. Sus manos ingresaron descaradamente por debajo de la bata en direcciĂłn hacia mi entrepierna, subiendo hacĂa mi cadera.
-Por favor. Basta, no es broma, realmente tengo que irme, ahhhh. -Cuando sus dedos arañaron mi trasero, un gemido estalló sin mi consentimiento.
–Que linda reacciĂłn, debes reflexionar sobre lo que en verdad quieres. -Baek Do-ha se riĂł a carcajadas cuando vio mi reacciĂłn. Su cuerpo debajo del mĂo se movĂa cĂłmodamente. TenĂa una cara de felicidad justo como la de un niño. AcariciĂł mi trasero, espalda y tocĂł todo mi cuerpo, con delicadeza. Sus caricias eran tan suaves que mi mente cediĂł y mi cuerpo tenso se relajĂł.
-Yo como cazador en verdad no entendĂa el pensamiento de las personas que crĂan animales pequeños. Pero ahora lo sĂ©, las criaturas pequeñas son lindas, cĂĄlidas y suaves. –Su voz era agradable, pude escuchar que comenzĂł a disminuir, sentĂ debajo de mĂ su cuerpo sĂłlido, una somnolencia caĂa lentamente sobre mĂ.
ComenzĂł a abrazarme lentamente. ParecĂa una enorme bestia, pero realmente era dulce gentil y cariñoso. ComencĂ© a bostezar, mi cuerpo estaba algo caliente a pesar de que solamente vestĂa una bata delgada, no sentĂa frĂo en absoluto. Pude sentir sus latidos. Su mano rozaba mi espalda sin intenciĂłn alguna, era un toque suave ÂżPor quĂ© esto se siente tan bien, estando con Ă©l, en sus brazos? Puede que sea porque esta es la primera vez que siento la calidez en brazos de otra persona.
-Yoo Seol-Woo. ÂżTe dormirĂĄs? –Mi conciencia poco a poco comenzĂł a alejarse. LuchĂ© por mantener mis parpados abiertos.
-No, no puedo dormir.
-En este momento, tienes sueño.
-Tengo que levantarme, realmente me tengo que ir.
Sin embargo, no fue tan fĂĄcil como pensaba, aunque su cuerpo era firme, lo sentĂ muy cĂłmodo.
-¿Te importa demasiado Yoo Hyeon-seo? No tienes que preocuparte mås por él. De repente escuché el sonido de la vibración del teléfono celular. Baek Do-ha contestó, su teléfono celular que se encontraba dentro de su bolsillo, se lo colocó en la oreja y habló.
-InfĂłrmame.