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Perspectiva de León
Esta mañana venía un mensajero de la provincia a caballo y con mucha prisa. La carta que traía consigo llegó a León inmediatamente después de varias comprobaciones.
“Espero que no sea una rebelión”
Después del regreso de Lina, aquellos que intentaron utilizar la Santa en sus planes se calmaron, pero León sabía que esto era temporal. Juró que iba a acabar con ellos durante su estadía en Adenber, pero no era su intención hacerlo mientras estaba con Lina. León abrió el sobre, jurando cortar sus miembros y arrojarlos al arroz de los cerdos, y su rostro se endureció rápidamente mientras leía la carta.
“Prefiero una rebelión…”
Se revolvió el pelo salvajemente y volvió a mirar el contenido de la carta.
… Y tras recibir un informe de los pobladores, y al revisar las cuevas verticales de las montañas, se confirmó que las palabras de los pobladores eran ciertas. En la parte más profunda, se veía un paisaje de un lugar desconocido y extraño como si estuviera conectado a otro lugar.
Parecía tratarse de un colapso dimensional, provocado por la ocurrencia de un ‘espejismo’ (fractura dimensional), ya que en varias ocasiones se reflejaba la apariencia de otro Continente. Y lo que aparecía repetidamente en el paisaje reflejado era una bestia mágica gigante con forma de león y pelaje rojo.
Después de consultar con aquellas personas que presenciaron el colapso del Gran Templo en el pasado, se confirmó que era la misma de ese entonces. Actualmente se estaba bloqueando la entrada de personas a esa zona…
“Aslan…”
León murmuró ese nombre sin darse cuenta. La bestia mágica poderosa, un semidiós, y el hombre al que se aferraba Lina porque tenía una deuda enorme con él…
«¿Es Aslan?»
“¡……!”
León giró su cabeza sorprendido por el repentino sonido de la voz de Latban. No sabía cuando Latban se le había acercado. Al verlo, un escalofrío recorrió su cuerpo. Ya que él tampoco era un Caballero que se quedara atrás.
Al menos, tenías las habilidades suficientes para convertirse en el Comandante de los Caballeros Imperiales. Así que estaba acostumbrado a notar los cambios de su entorno, pero ahora ni siquiera había notado que Latban estaba a su lado hasta que él habló.
‘¿Se había vuelto más fuerte?’
Esto era algo bueno, pero se sentía molesto. Aunque ya no era un Caballero del Templo, Latban luchaba constantemente contras las bestias mágicas. Al mismo tiempo que protegía a Lina, también debía salvar a la gente de las bestias mágicas con mayor frecuencia que antes. Esas experiencias están convirtiendo al Caballero más fuerte del Continente en un monstruo.
‘¿A este paso Latban no se convertiría también en un semidiós?’
Al pensarlo, la cara de León se distorsionó. Este tipo y ese tipo eran verdaderos monstruos. Nunca había pensado que la condición de Emperador del Imperio sería relegada por alguien, pero el adversario era demasiado fuerte.
León le entregó a Latban la carta, que había recibido, y que lo había enojado. Como era de esperarse, Latban, que estaba leyendo la carta, parecía tan rígido como León.
«Parece que realmente lo hizo».
“…….”
“Creo que esa carta arderá bien si la quemo… ¿Qué opinas?»
León sonrió y le preguntó a Latban.
Latban no respondió la pregunta de León, sino que se limitó a mirar la carta. Si la quemaba así… Lina no sabría que Aslan había regresado… Este era un «espejismo» (fractura dimensional). Una fractura dimensional que apareció en esta vida y que pensó que no volvería a encontrar. No pensó que tendrían la suerte de que una fractura de este tipo ocurriera dos veces.
‘… ¿Qué pasaría cuando Aslan regrese?’
Latban levantó su cabeza y miró a León. Era claro que había tomado la misma decisión que él, pero sólo se limitó a hacer ese comentario. Qué broma. Entonces, Latban se dio la vuelta. Tenía que mostrarle esto a Lina rápidamente. Al abrir la puerta, Latban le dijo a León sin mirar atrás:
«Es porque no tengo la confianza suficiente para vencer a Aslan así».
Sus palabras estaban llenas de un tono sarcástico poco habitual. Entonces, fue solo después de que Latban desapareció que León se dio cuenta de que lo había ridiculizado.
«¡Quién dice que no tienes confianza!» gritó León, pero Latban ya se había alejado.
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Perspectiva de Lina
«¡No, no te vayas!»
Leona agarró la ropa de Lina y gritó. De repente, las lágrimas brotaron de sus ojos.
«No te vayas. ¡Mamá, no te vayas!”
Cuando Lina no se detuvo por más que tirara de su ropa, Leona agarró la ropa de Lina y se colgó de ella. La cinta que fue atada con cuidado esta mañana estaba completamente deshecha cuando Leona negó con la cabeza y lloró, y la bonita ropa que utilizó para mostrársela a Lina estaba arrugada por su lucha. Al ver como los zapatos de Lina, ya había volado hacia la esquina. Lina no sabía cómo apaciguar a Leona.
“Leona, no llores. Detente».
«¡No! ¡No! ¡UH Huh! (Sonidos de llanto)»
Cuando le dijo que no llorara, Leona lloró aún más fuerte mientras tosía. A Lina se le rompió el corazón al ver a la niña llorando como si estuviera a punto de quedarse sin aliento en cualquier momento. Lina pudo comprobar cuánto tiempo Leona la había estado esperando la noche anterior, cuando se acostó con ella.
***
La niña, que había regresado de matar bestias mágicas con Latban, durmió durante medio día y tan pronto como se despertó, llamó a las criadas y desapareció en algún lugar. Cuando Leona regresó después de un tiempo. Lina supo adónde había ido. Su cabello que había estado empapado en sudor y polvo, había sido lavado con mucho empeño para luego ser trenzado y decorado con cintas de colores. También estaba usando ropa linda como de muñeca que te harían sonreír tan pronto como la vieras. Cuando Lina sonrió y abrió sus brazos, Leona corrió y rio suavemente. El cuerpo de la niña en sus brazos era cálido y estaba lleno del aroma único que tenían los niños.
Cuando le hizo un cumplido simple por su belleza, Leona tomó la mano de Lina y la llevó a una habitación. Tan pronto como entró, Lina no pudo mantener su boca cerrada.
Lo primero que le llamó la atención fue el montón de ropa.
“¡Solo traje ropa bonita!”
Como solo había elegido traer ropa bonita, el espacio que ocupaba era menos, sin embargo todavía era más que suficiente para llenar cuatro habitaciones grandes. Si hubiera traído la ropa que no le gustaba, la ropa habría llenado una mansión aceptable. Leona después le mostró sus zapatos y por último sus muñecas. Leona volvió a tomar la mano de Lina, en el momento en el que ella se sintió mareada al ver más de un centenar de cosas a la vez.
“Mamá, tienes que cerrar los ojos”.
«¿Por qué?»
«¡Deprisa!»
Ante la insistencia de Leona, Lina cerró sus ojos mientras pensaba ‘Y ahora por qué quiere que cierre mis ojos otra vez’. Esta vez, Lina cerró los ojos, preocupada de que Leona le mostrara mil cosas más. Escuchó que la puerta se abrió y la cálida manita de Leona sostuvo su mano y la guio. Sintiéndose bien, Lina siguió a Leona con una sonrisa.
«¡Ya puedes abrir los ojos!»
En ese momento, Lina abrió sus ojos. Y en el instante en que vio las cosas que tenía al frente, no pudo mantener su boca cerrada.
“Leona…”
Cuando giró su cabeza para mirar a Leona que sostenía su mano. Leona dijo con una mirada de anticipación:
“¡Traje todo lo que le gusta a mamá!”
La habitación a la que la llevó Leona estaba llena de cientos de objetos. Un collar con grandes joyas, la imagen de un bosque y una lago, una flor rara que florecer sola una vez cada 50 años, una concha marina que cambia de color…
Todo lo que le había dicho a Leona que se ‘veía precioso’ estaba en esta habitación. Leona había memorizado todas las cosas que ella había mencionado y luego había recopilado cosas similares, con el pensamiento de dárselas a su madre cuando regrese.
Cuando Lina se atragantó y abrazó a Leona. Entonces, Leona preguntó confundida:
«Mamá, ¿estás llorando?»
“… No llores”.
Aunque aclaró su voz lo más que pudo, Leona no se dejó engañar.
“¡Papá, aaahhhhh! ¡Mamá, llora!”
Mientras Leona gritaba afuera, se escuchó el sonido que se produce al correr y León no tardó en aparecer.
«¿Qué? ¿Por qué? Ah…”
León vio la habitación y asintió como si entendiera. Latban que lo siguió se fijó en los objetos que había en la habitación tan pronto como entró.
«Estas son todas las cosas que le gustan a Lina».
Dicho esto, Latban se acercó a la flor. Entonces, Leona saltó de los brazos de Lina y corrió hacia Latban para bloquearlo.
“¡Aléjate, Señor Latban! ¡Todo esto es de mamá! ¡Solo se lo daré a mi mamá! ¡No lo toques!»
Entonces León le preguntó con una cara confiada.
«¿Papá?»
“¡Ni siquiera papá!”
«Oh, Dios mío, ¿le permitiste traer todo esto?»
Lina le preguntó a León, que se había quedado paralizado tal y como estaba.
“¿Qué debo hacer cuando ella llora y grita sobre si puede llevarlos? Por supuesto que le diré que los lleve.
Al escuchar esta respuesta, Lina comenzó a reflexionar sobre si la educación de León era la adecuada.
“Todo es de mamá”.
Lina sonrió al ver como Leona hablaba mientras bloqueaba a Latban. ‘¿Cuánto tiempo había esperado el día para reencontrarse con ella mientras recogía estos artículos uno por uno mientras ella estaba fuera?’ Aquella noche durmió junto a ella, mientras consolaba a Leona, que quería jugar más ella, y le pedía que jugaran mañana y pasado mañana. Eso fue hace unos días.
***
«Debías de estar deseando hacerlo».
Lina se sintió aturdida al ver a Leona, que no podía dejar de llorar. Esta vez, había regresado después de un año porque había viajado muy lejos. Sin embargo, desde que había dejado a Leona con León, había regresado al Palacio Imperial para ver a Leona con la mayor frecuencia posible. Y cada vez que volvía, había estado con Leona durante bastante tiempo, así que planeó quedarse aquí por lo menos unas semanas.
‘Pero…’
Lina miró el papel sobre la mesa. Lo que Latban le había traído era un informe de un ‘espejismo’ (fractura dimensional) que había tenido lugar en una cadena montañosa bastante lejos de aquí. Tan pronto como revisó el contenido, Lina empacó inmediatamente sus maletas. Era Aslan. Definitivamente era Aslan.
‘La fractura desaparecería pronto’.
Los espejismos son un tipo de herida causada por el choque de dos mundos diferentes. Por lo tanto, a medida que pasa el tiempo, los espejismo desaparecen al igual que las heridas se curan. Antes de que esta herida se restaurara, tenía que reunirse rápidamente con Aslan allí.
“Leona, lo siento. Me iré y volveré pronto”.
«¡Mentira! ¡Vas a estar allí mucho tiempo!»
Habiendo dicho eso, Leona cayó al suelo, luchó con sus brazos y piernas y gritó:
“¡Vas a conocerlo! ¡El de las montañas!”
“¡……!”
Lina miró a León sorprendida. León no emitió ningún sonido y se limitó a gesticular las palabras:
‘No le dije nada’.
“…….”
Después de todo, no había forma de que León le hubiera mostrado esa carta a Leona. Por un momento, Lina recordó lo que había sucedido hace unos días. Leona de repente miró a lo lejos y dijo ‘Está de vuelta’.
‘De ninguna manera…’
‘¿Leona sintió la presencia de Aslan?’ Entonces Leona volvió a gritar:
«¡No te vayas! ¡Es peligroso!»
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